Barcelona
Sin portadas no hay paraíso
A pesar de que muchos de los «indignados» reniegan de los medios tradicionales, su repercusión no hubiera sido tal sin primeras planas
Ningún movimiento primaveral o «indignado» habría existido sin las redes sociales. En ellas desarrollan todo su ciclo biológico: nacen, crecen, se reproducen... y morirían si no hubiera una cámara de TV, una radio y un periódico del «sistema capitalista» para contarlo mañana tarde y noche. El movimiento «indignado» español no es una excepción, y por eso exhibe en internet una relación confusa con los media mientras se arma de todos los recursos del mundo 2.0. El resultado es una nebulosa de ideas dispersas emitidas sin fin por los más variados canales, que terminan haciendo dudar hasta a los convencidos. «Me hubiera encantado qe quiénes han pueso en TT #AlaPlaza12M, fuesen un poco más claros y se definan un poco más, la ambigüedad no es de fiar". La activista @Lisisway, que se entusiasmó con los orígenes del 15M, expresaba sus dudas el viernes, entre otras cosas después de leer en twextra.com la sorprendente similutud entre los eslóganes y la imagen del 15M, y ciertos movimientos neonazis. «¿Quiénes están coordinando la política de comunicación del 12M15M? ¿Cuantas movilizaciones han sido tan apoyadas, publicitadas y difundidas cómo éstas?». Este es el riesgo de la confusión: que al final la anécdota adquiere cualidad de categoría. «El #15M no es una organización, no es un partido político y no es un sindicato», intentaba explicarse @ubnmedia con la misma vaguedad que impregna a los miles de mensajes cruzados que estos días inundan las redes.Esta escandalera, en la que cada tuit y cada post se erigen en decálogo fundacional, soporta mal el análisis de los medios de comunicación tradicionales. «#AlaPlaza12M Aunque los grandes medios de (in)comunicación sigan empeñados en enterrar el movimiento. Ya lo intentaron tras el #15M» (@PacoBersabe); «Horas para que dé comienzo el #12M15M. ¿Hay partido durante esos días? Por eso de la manipulación mediática y tal»; (@divdax_XV). Y, cómo no, «Tenemos que llenar las calles mañana en el #AlaPlaza12M sobre todo para hacerle un zasss en toda la boca a @larazon_es» (@_Oscar_Sanchez). También suena de algo. Alternativas no les faltan. @democraciareal instruye sobre «cómo hacer un streaming en la red»; @WebMKTymas detalla el método para dejar la wi-fi de casa abierta si se vive cerca de las concentraciones; @RadioKras cuelga podscats; @votaaotros organiza «la Asamblea Virtual del #15M", y @pepfowzer difunde el «Kit indignado y consejos para vivir un #12M15M de escándalo», entre decenas de más o menos ingeniosos recursos caseros. La revolución en directo, si es que llega. Porque un año después, el entusiasmo de miles de personas con el 15M no oculta el desencanto de muchos indignados de primera hora, más allá de esa mayoría de españoles que sigue yendo a las plazas a pasear. «El 15M no nos va a salvar de nada, es un movimiento yermo, La desobediencia civil sí... A ver si aprendemos...», critica @MilesGimeno; «#Alaplaza12M Será como un cumpleaños: soplaremos las velas y nos volveremos a quedar a oscuras», lamentó @javinca adivinando un escenario que ya se ha vivido durante todos estos eses atrás de indignado ostracismo. Sin portadas, no hay paraíso, por mucho que la sección de Barcelona, proclamara que «#Volvemos12m aunque en realidad nunca nos fuimos, solo estabamos esperando el momento oportuno para volver». Quizá sea éste el único mensaje del aniversario, a fin de cuentas. Aquí estamos, porque hemos venido.
#15mNoMeRepresenta
Los trending topics de ayer demostraron que en España no ha empezado una revolución, si entedemos como tal un movimiento que represente fehacientemente a una clara mayoría de ciudadanos. El «99%» que se arrogan los indignados se estrelló ayer en Twitter con el TT #15mNoMeRepresentan, que canalizó las críticas al #15M. La cuestión esencial la resumió @GzPardo cuando recordó que «ni si quiera me han preguntado que es lo que quiero, creen saber de todo pero que no cuenten conmigo». Porque la emocion de las consignas y las muchedumbres no parece que pudan reemplazar a otros métodos de medición social comúnmente aceptados. Unas elecciones, por ejemplo. «Número de indignados de toda España: 100.000 personas. Votantes de PP: 10.000.000 personas. El #15mNoMeRepresenta, las instituciones sí», tuiteó @sanchez_jj.
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