El análisis Sapos y culebras

¿A qué retos se enfrenta el género?
-No existe producción actual, porque los compositores no saben por dónde tirar. Precisa programas de formación de unos cantantes que han de combinar canto y dicción y ser más actores que en la ópera.

¿Necesita una revisión?
-Necesita que se haga bien, con gente que conozca las obras a fondo y sea capaz de acercar su contenido dramático al público de hoy, pero sin perder la esencia. Emilio Sagi y Marina Bollaín han realizado buenos trabajos. Su música interesa no sólo en España y cosecha grandes éxitos cuando se presenta bien, como se ha demostrado en Salzburgo y Los Ángeles.

¿Cómo se rejuvenece su público?
Hay instituciones que fomentan políticas activas para la juventud, que van desde los precios reducidos a los acuerdos con colegios y universidades. Casi nada de esto se hace con la zarzuela. Existe, con todo, un problema que sólo puede solucionarse a nivel educativo pero, por su componente visual, conceptualmente ha de ser mucho más fácil acercar los jóvenes a la zarzuela que a la música de cámara o al lied. Debería pensarse en un modelo «repertorio» para la Zarzuela con divos invitados.

¿Qué puede esperarse de un nuevo responsable del Teatro de la Zarzuela?
-Más bien poco, ya que en su interior hay sapos y culebras. Carecen de lógica sus más de 70 técnicos con montones de dietas y horas extras, un coro sobredimensionado… Antes de nombrar un responsable habría que disolverlo y volverlo a montar, con entidad jurídica y económica propia. Luego, contratar un intendente que no fuese director escénico ni musical, sino un gestor.