Zaragoza
Cañizares denuncia la «aceptación social» del aborto en el siglo XX y XXI
La Universidad Católica de San Antonio nombra al arzobispo de Toledo Doctor Honoris Causa
MURCIA-El prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cardenal Antonio Cañizares Llovera, afirmó que la reciente normativa ha desvariado en un nuevo concepto sobre el derecho a la vida. «El nuevo planteamiento que ha precedido, acompañado y seguido a los cambios legislativos en torno al aborto, ha acontecido a una aceptación social, que sin excepción, es lo más grave que ha ocurrido en el siglo XX y XXI», destacó el cardenal, quien además subrayó que «la praxis jurídica y social que se ha impuesto por desgracia, en los ámbitos legislativos y jurisdiccionales de la mayoría de los Estados hasta ahora es la negación al ser humano del derecho fundamental a la vida en el periodo inicial que sigue su concepción».Monseñor Cañizares hizo estas declaraciones en la Universidad Católica de San Antonio de Murcia (UCAM), que celebró ayer la festividad de su patrón, San Antonio de Padua, de una manera especial y memorable. La Facultad de Derecho de la UCAM invistió a Cañizares como Doctor Honoris Causa, por su incesante labor en la creación y la puesta a punto del funcionamiento de esta Universidad, convirtiéndola en un referente internacional.El nuevo Doctor se refirió en su discurso de investidura a cómo no en pocos casos el punto de vista científico describe al embrión como una cosa, «no como un alguien, al que no se le puede sustraer la condición de ser persona, inherente a todo ser humano. Con lo cual, no sólo queda gravemente cuestionado el derecho fundamental del hombre a la vida, sino también a la persona misma».Asimismo, Cañizares resaltó la vocación de servicio a la humanidad, inherente a la naturaleza de la Universidad, debe centrar su atención y preocupación en la promoción y el desarrollo del hombre, en la búsqueda de la verdad y en el respeto de su dignidad y sus derechos. En este sentido, afirmó que «vivimos hoy en momentos particularmente importantes para el futuro de la Universidad y para el cumplimiento de su vocación humanista. La Universidad que nació en la época medieval con el impulso decisivo de la Iglesia Católica, necesita hoy replantearse su papel y función ante la difusión, cada vez más vasta y articulada, de los campos de investigación».También, hizo hincapié en el papel fundamental de la institución docente «para reconstruir esta sociedad sobre las bases de lo que es la verdad y la dignidad humana, y por consiguiente, lo que atañe a los derechos fundamentales del hombre», de manera que «la cultura relativista se transforme en una cultura de la verdad».Durante su discurso, en el que realizó numerosas referencias a las encíclicas del Papa Juan Pablo II, el cardenal manifestó que «el realismo, tan propio de la universidad y con el que es preciso situarse ante el mundo, nos hace ver que nos encontramos ante una quiebra de humanidad». Y es que, continuó «basta con mirar al hombre occidental actual y ver la posición tan generalizada que tiene ante el destino y la vida, o ante la verdad y la mentira».La conmemoración comenzó con una solemne Eucaristía, en el Monasterio de los Jerónimos, presidida por el mismo cardenal Antonio Cañizares, así como el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña Pastor; el arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín; el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes; el obispo de la Diócesis de Albacete, Ciriaco Benavente Mateos, y el obispo de Orhiuela, Rafael Palmero Ramos. Entre las múltiples autoridades que asistieron a la investidura, se encontraba el vicepresidente tercero del Congreso de los Diputados, Jorge Fernández; el senador del Partido Popular por la Región de Murcia, José Joaquín Peñarrubia; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, Juan Martínez Moya, y el consejero de Agricultura y Agua de la Comunidad, Antonio Cerdá, entre otros.Por último, el presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, anunció que para el próximo año propondrá al Consejo de Gobierno de la Universidad Católica de San Antonio que se nombre al arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, Doctor Honoris Causa. Además, Mendoza agradeció al cardenal Cañizares su «estrecha» vinculación con la UCAM «materializada en el gran apoyo prestado para la creación de la Universidad».
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