Barcelona

La actividad eléctrica lenta del cerebro durante sueño favorece el aprendizaje

La actividad oscilatoria lenta de la corteza cerebral durante el sueño profundo facilita el aprendizaje y la memoria, según un estudio de un grupo científico del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer, del Hospital Clínico de Barcelona.

La doctora María Victoria Sánchez Vives, que lidera este equipo que lleva una década estudiando cómo las neuronas se organizan para sincronizarse, ha explicado hoy en el marco del congreso europeo de neurociencia (FENS) que se celebra en Barcelona, que los trabajos que llevan a cabo suponen "un paso más en la tarea de desentrañar el papel del sueño en las funciones cognitivas del cerebro".

La conexiones entre las partes internas y externas del cerebro oscilan entre periodos de activación y desactivación y tienden a mantener el equilibrio entre los dos estados, mecanismo que parece estar asociado a la formación de recuerdos, se explica en un comunicado remitido por la organización del congreso.

Experimentos de la última década habían hallado más evidencias de que una de las funciones esenciales del sueño de ondas lentas es la consolidación de la información adquirida durante el día, posiblemente porque les neuronas se comunican entre ellas de un modo peculiar, en sincronía.

Esta actividad influye a la comunicación entre las neuronas y a la cantidad de conexiones que forman entre ellas, lo que es la base de funciones como la memoria. La investigadora apunta que incluso "nuestras abuelas"parecían intuir el papel del sueño en la consolidación de la memoria y el aprendizaje como refleja el dicho popular "lección dormida, lección aprendida".

Las ondas eléctricas lentas, rítmicas, que surgen espontáneamente de zonas más superficiales del cerebro, se consideran su actividad "por defecto".

La corteza cerebral está compuesta por distintas áreas funcionales, cada una de ellas especializada en procesar diferente información (sensorial, motora, lenguaje...) que al recibir información sensorial generan otro tipo de ondas eléctricas, más rápidas y poco uniformes, que indican que la corteza está trabajando activamente para procesar estos estímulos.

Sin embargo, en ausencia de información sensorial, por ejemplo, durante la fase del sueño de ondas lentas, las neuronas de la corteza cerebral también se mantienen activas.

Hasta hace poco no había evidencias que indicaran el significado de estas ondas cerebrales lentas, pero los últimos avances (como el registro eléctrico de neuronas individuales y de poblaciones extensas de neuronas mediante electroencefalografía) revelan que esta red interacciona con la actividad de centros cerebrales situados en partes más internas del encéfalo.

El ser humano duerme aproximadamente ocho horas al día, la mitad de ellas en esta fase en la que las neuronas de la corteza cerebral y otras áreas del cerebro descargan de un modo sincronizado en "ondas lentas", lo que significa que alternan periodos de actividad con periodos de silencio.

Durante la vida, el cerebro humano no se detiene nunca. La actividad neuronal que tiene lugar durante el sueño profundo no es mucho menor que en la vigilia. Sin embargo, su estructura diferente le confiere propiedades que sólo ahora se están empezando a desvelar.

El periodo del sueño es de gran vulnerabilidad en la naturaleza (por los riesgos que tienen las especies de animales de ser atacados mientras duermen), pero a pesar de ello se ha mantenido evolutivamente, lo que hace intuir su carácter esencial para las diferentes especies.

Aún así, señalan los responsables de la investigación, ante la pregunta de "para qué sirve el sueño"la ciencia aún no había dado respuestas concretas hasta la última década.