Audiencia Nacional

Usabiaga informa a la Audiencia de que visitó a su madre para recoger el aguinaldo

Las Fuerzas de Seguridad vigilarán los movimientos de Rafael Díez Usabiaga para determinar si el ex secretario general del sindicato abertzale LAB –en libertad bajo fianza de 30.000 euros desde hace ocho meses para cuidar de su madre enferma– está manteniendo contactos con la ilegalizada Batasuna.

El Ayuntamiento de Lasarte en el que se iniciaron los trámites
El Ayuntamiento de Lasarte en el que se iniciaron los trámiteslarazon

Así lo ha decidido la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional quien, a instancias de la Fiscalía, ha solicitado en una providencia informes policiales sobre las «actividades ordinarias realizadas por el procesado que guarden relación con Batasuna y organizaciones de su entorno».

Los informes quincenales remitidos por el propio Usabiaga sobre los cuidados que prodiga a su madre han despertado los recelos de la Fiscalía de la Audiencia Nacional y, ahora, de la propia Sala encargada de enjuiciarle.

En libertad bajo fianza

De hecho, según explicaron fuentes jurídicas, en uno de los últimos escritos enviados al tribunal el procesado da cuenta, por ejemplo, «de que ha ido a visitar a su madre para recoger el aguinaldo» y para «hacerle algunos recados». Nada que ver, añaden, con la dedicación que requiere la condición de cuidador que perfila la Ley de Dependencia.

Usabiaga fue puesto en libertad bajo fianza de 30.000 euros en abril del pasado año por decisión del juez Baltasar Garzón. El magistrado tuvo en cuenta la «circunstancia humanitaria» de que el procesado debía hacerse cargo de su madre enferma, quien acogiéndose a la Ley de Dependencia le había designado como su «cuidador». Pasados ocho meses, sin embargo, no existe constancia oficial de que esos trámites administrativos hayan llegado a buen puerto.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional, que dirige Javier Zaragoza, advirtió la pasada semana al tribunal –tal y como adelantó LA RAZÓN– de que las supuestas atenciones de Usabiaga con su progenitora no eran ni «exclusivas» ni «primordiales». En definitiva, el Ministerio Público considera que esos cuidados ocasionales en ningún caso justifican por sí solos la libertad provisional del procesado.

Medidas cautelares

Si los informes policiales apuntan que el ex líder de LAB está reuniéndose con el entorno de Batasuna para intentar reconstituir la formación ilegalizada, el procesado podría regresar a prisión. En ese caso, habría incumplido las medidas cautelares que le impuso en su día Garzón. El juez ahora suspendido en sus funciones le advirtió de que no podía participar en cualquier actividad «relacionada con el complejo terrorista liderado por ETA» ni en actos de «enaltecimiento de la organización terrorista o su entorno».

Las fuentes consultadas aseguran que «el error fue dejarle en libertad», pues el tiempo está demostrando que Usabiaga «está tomando el pelo» a la Audiencia Nacional. Pero al margen de que los cuidados que presta a su madre sean o no los que se esperan de la figura del «cuidador» delimitada en la Ley de Dependencia, el hecho relevante que podría llevar a la Sala, presidida por la magistrada Ángela Murillo, a replantearse la situación procesal de Usabiaga, será que haya aprovechado su libertad para intentar reorganizar Batasuna.