El otro drama

¿Hacia dónde conduce el movimiento «Nuevo Drama»?... De momento, la flecha del vector apunta en dire- cción a la primera novela de uno de los tres inventores de esta propuesta ético-estética. En su intención de romper con la frialdad de la forma, nace esta «generación» pergeñada por Sergi Bellver, Manuel Astur y el presente Juan Soto Ivars. Por tanto, «La conjetura de Perelmán» no es sólo el magnífico debut de un joven autor, sino que también es la obra que inaugura formalmente un movimiento literario. Estas páginas abogan por seguir al pie de la letra el manifiesto que defiende dar un paso atrás y volver a contar historias que interesen a los lectores. Lo consigue sobradamente. Es ésta una novela afilada –porque la verdad siempre duele–, inteligente –porque intercala verdades– y se burla de la autocomplacencia. Una historia de rusos y silencios. En un San Petersburgo parecido al de Putin vive el excéntrico matemático Grigori Perelmán, célebre por resolver la conjetura de Poincaré y que rechazó la Medalla Fields –Nobel de las Matemáticas–, y el premio de un millón de dólares del Instituto Clay. Vive con su madre en un modestísimo piso, ajeno a las palabras y la fama. El testarudo silencio en el que se ha instalado se hace más evidente cuando interactúa con una joven americana que se verá envuelta en una trama de violencia.