Francia

Hiriente

La Razón
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Ojalá pudiéramos creerlo, pero son muchos los comunicados y «treguas-trampa» que han acabado en dolor y sangre. Muchas negociaciones devastadas por tiros y bombas. Lo incongruente es que unos asesinos digan querer superar todo tipo de vulneración de derechos y «resolver las claves de la territorialidad y el derecho de autodeterminación». Es hiriente que quienes jamás respetaron los derechos humanos, en lugar de desaparecer incondicionalmente, sigan demandando poder político. Lo han vuelto a decir: no abandonarán sus objetivos; seguimos bajo su amenaza. De hecho, no hace mucho tiempo, aparecieron en un zulo en Francia sustancias presumiblemente explosivas, con inscripciones en vascuence, que fuentes de la lucha antiterrorista relacionan con ETA. «No habrá diálogo ni condiciones», dicen, pero los beneficios penitenciarios de los etarras producen gran impotencia, porque el arrepentimiento, por ejemplo, no está contemplado jurídicamente como un valor que exima de condena. También sorprenden los apoyos de hace una semana al entorno etarra, ya que lo único que les queda a las familias de los 829 asesinados y miles de afectados es justicia. Pero ha llegado el momento de la verdad, el año de las elecciones que darán con la clave de si por fin queda superado el terrorismo o si seguirá teniendo vías de financiación mediante algún partido y contando con la posibilidad de volver a atentar cuando lo crea conveniente.