Salimos menos y gastamos menos pero nos emborrachamos más

Valencia- Un significativo porcentaje de los consumidores más jóvenes debe pensar que las penas se ahogan con alcohol, lo que explicaría que la radicalización de sus hábitos de consumo cuando cae la noche. Según los datos que maneja la ONG Controla Club, si bien la crisis económica ha provocado la caída -en un once por ciento- del número de salidas nocturnas y la reducción del gasto económico asociado al sector de ocio -más de un treinta por ciento- las «borracheras» han aumentado.

En este sentido, se ha producido un incremento del 36 por ciento de los que dicen emborracharse una vez a la semana o más, que pasa del 12,1 por ciento del año 2010 al 16,5 por ciento en 2011. De igual modo, el fenómeno del «botellón» sigue en ascenso y especialmente su elección como espacio en el que se producen los primeros consumos de alcohol -cuatro de cada diez jóvenes lo prueba por primera vez en este entorno.

A todo esto se une que la motivación para consumir drogas - «cada vez más adulteradas para abaratar costes e incrementar beneficios»- con el objetivo de evadirse de los problemas se ha incrementado más de un sesenta por ciento.

Con todo, el presidente de Controla Club, Vicente Pizcueta, se mostró ayer optimista respecto al futuro, pues explicó que cada día son más los clientes informados acerca de las consecuencias del abuso del alcohol y sustancias estupefacientes. «Tenemos que seguir confiando en su capacidad crítica».

Por su parte, el conseller de Sanidad, Luis Rosado, destacó la importancia de fomentar la protección y reducir los riesgos asociados a los consumos de drogas mediante políticas de prevención en el ámbito escolar, comunitario y familiar para que de este modo, «retrasen al menos la edad de consumo».