Ankara

Irán se conjura con Asad

El enviado iraní asegura que no dejarán que caiga un aliado clave en la región. Teherán abre una ofensiva diplomática para rescatar a los 45 rehenes en manos rebeldes

SANGRE Y DOLOR. Un rebelde sirio grita tras ser herido en los combates de ayer en la ciudad de Alepo
SANGRE Y DOLOR. Un rebelde sirio grita tras ser herido en los combates de ayer en la ciudad de Alepolarazon

Irán no está dispuesto a dejar caer a uno de sus aliados claves en la región. El secuestro de 48 iraníes por parte de los rebeldes y el creciente desmoronamiento del régimen de Bachar al Asad precipitaron ayer el viaje del secretario del Consejo de Seguridad Nacional iraní, Saeed Jalili, un cercano colaborador del líder supremo, Ali Jamenei, a Siria. El objetivo era sofocar las tensiones surgidas a raíz del secuestro de sus 45 nacionales y exhibir la protección a los Asad.
Mientras que Irán mantiene que los secuestrados eran 48 civiles que estaban visitando un lugar sagrado chií, los rebeldes aseguran que entre ellos había miembros de la Guardia Revolucionaria Iraní, que estaban «en misión de reconocimiento». Ante esto, Teherán busca la intervención de Damasco para lograr la liberación de los 45 iraníes, tres habrían muerto el lunes, según informaron los rebeldes.

Durante la reunión, Jalili y Asad reforzaron su alianza estratégica. En el comunicado presidencial, se advertía que Irán no iba a permitir «los intentos de los países occidentales y sus aliados de romper el eje de la resistencia». Para Teherán, el «eje de la resistencia» lo configuran Siria, la organización político-terrorista libanesa Hizbulá y los integristas palestinos de Hamas contra Occidente. En un momento en el que se está reconfigurando el mapa regional, Irán teme que una caída del régimen sirio le conduzca a un aislamiento. El acercamiento de Egipto a Arabia Saudí habría dado la primera señal de aviso.

Occidente, además, sigue siendo la bestia negra de ambas naciones. En el comunicado acusan a las principales potencias de «financiar el terrorismo». Para el enviado iraní, además, Occidente «apoya a los rebeldes y por tanto es el responsable» del secuestro. Aunque Teherán aún no ha podido confirmar la muerte de los tres iraníes, cuyo fallecimiento fue notificado por los rebeldes, Jalili sí advirtió de que este acto sólo «demuestra el carácter delictivo de esos grupos, y los países que apoyan sus acciones terroristas y deben responder antes ello». Los rebeldes acusan al Ejército de Asad de la muerte de los tres secuestrados, ya que fueron éstos los que, al bombardear la casa donde se encontraban, el techo se desplomó provocando el fallecimiento de los iraníes. Como apuntan fuentes rebeldes: «El Ejército está descontrolado» y esto, sumado a la deserción del primer ministro sólo apunta a que el régimen de Asad está desmoronándose. Ante esta situación, Irán reaccionó asegurando que Teherán apoyará al régimen, y afirmó que «la solución del conflicto de Siria deben hacerla entre los sirios sobre la base de un diálogo nacional».

Además, acusó directamente a Estados Unidos, Arabia Saudí, Qatar y Turquía. Estos países según Irán, son los responsables «del secuestro» y de lo que está ocurriendo en Siria, ya que estos están financiando a los grupos opositores sirios «con armas, personal y asesoramiento».
No es la primera vez que las fuerzas opositoras sirias secuestran a iraníes, ya en diciembre pasado Turquía tuvo que mediar para que fueran puestos en libertad 29 iraníes. Por ello, la diplomacia iraní ha llegado hasta Anakara, donde Ali Akbar Salehi, ha realizado, según el Gobierno iraní, una «visita sorpresa».

Mediación de Turquía
El domingo Irán pidió tanto a Turquía como a Qatar que se involucraran en el secuestro, ya que ambos tienen «buenos contactos» con los rebeldes sirios. A pesar de esto, Salehi se ha trasladado directamente a Ankara, donde ha asegurado que «Turquía puede jugar un papel importante en el rescate de nuestros ciudadanos» e instó a que «es necesario actuar si Siria empeora, todos nos veremos arrastrados a lo peor». 

 

El «rais» sirio: «Limpiaremos la nación de terroristas»
Llevaba dos semanas sin aparecer. De hecho, son muchos los que creen que las imágenes, sin sonido, junto al nuevo ministro de Defensa, no tuvieron lugar en Damasco, pues, tras el brutal atentado contra la cúpula militar, el presidente Bachar al Asad se habría trasladado a Latakia, según fuentes rebeldes. Ayer, su escenario volvió a ser la capital para acallar cualquier tipo de rumor y justo un día después en que su primer ministro le abandonara y se uniera a la oposición. Asad mantuvo una reunión con el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, Said Jall. El mandatario subrayó durante el encuentro que «la determinación del pueblo sirio y de su Gobierno de limpiar la nación de terroristas y de luchar contra el terror sin cesar». También abordaron los «intentos de países occidentales y sus aliados de romper el eje de la resistencia poniendo como objetivo a Siria y apoyando el terrorismo», se indicó a través de un comunicado presidencial. «Siria está avanzando en el diálogo nacional y es capaz, gracias a la voluntad de su pueblo, de doblegar los planes extranjeros que tienen como objetivo al eje de la resistencia», dijo Asad, en alusión a Siria y a su aliado Irán.