El Gobierno también pincha con la venta de Barajas y El Prat

MADRID- Ahora es la privatización de El Prat y Barajas la que amenaza con despeñarse. Sólo diez días después de que José Blanco asegurase que no se iba a cuestionar el calendario preestablecido, el Ministerio de Fomento anunció ayer que el presidente de Aena Aeropuertos, Juan Ignacio Lema, propondrá el lunes al consejo de administración prorrogar tres meses el plazo para presentar ofertas por ambas instalaciones.

Condiciones
Las siete empresas interesadas en los aeródromos –Ferrovial, Abertis, FCC, Acciona, Grupo San José, Aeropuertos de París y Aeropuertos de Fráncfort– tenían inicialmente hasta el 31 de este mes para presentar sus propuestas. Sin embargo, según la versión de Fomento, las compañías han solicitado la prórroga «debido a las dificultades para reunir la financiación necesaria en la fecha establecida». Dadas las «crecientes tensiones en el sistema financiero internacional», los consorcios habrían pedido más tiempo para reunir el dinero. Inicialmente, Aena ha establecido que los interesados en Barajas deben hacer un primer pago mínimo de 3.700 millones de euros y de 1.600 millones en el caso de El Prat. Anualmente, además, deberán ceder al ente público el 20% de los ingresos. Aena espera recaudar unos 11.000 millones de euros a lo largo de los 20 años de la concesión.

Las dificultades para encontrar financiación son el motivo que esgrimió Fomento para retrasar el proceso. Sin embargo, fuentes conocedoras del concurso discrepan de que ésa sea la verdadera razón de este fracaso parcial y acusan directamente al ministerio de lo sucedido. Según argumentan, desde el primer momento, las compañías interesadas en el proceso advirtieron a Aena de que el precio exigido estaba muy inflado. «Se pide casi un 50% más de lo que sería razonable y, en esa tesitura, es lógico no encontrar financiación», explican.

Para tratar de encauzar el proceso y hacer viable el concurso, las mismas fuentes explican que los consorcios sugirieron a Fomento que en lugar de exigir un pago inicial mínimo por Barajas y El Prat, fijase un precio de referencia más flexible, algo a lo que José Blanco se negó en redondo.

Con los precios hinchados y los mercados de financiación cerrados a cal y canto por las tensiones con la deuda europea, los consultados incluso creen que, de haberse mantenido la fecha inicial para presentar ofertas, podría haberse dado la circunstancia de que no se hubiese presentado ninguna oferta, lo que habría empujado a Fomento a proponer la prórroga del concurso.

Futuro poco claro
Lo que ahora se abre tras esta decisión es un panorama incierto. Ya no será el Gobierno actual, sino el que salga de las urnas el próximo 20 de noviembre, el que se haga cargo del concurso. Si, como todo apunta, el Partido Popular gana las elecciones, quedará en agua de borrajas, pues ya ha anunciado su intención de revisar el proceso de arriba a abajo. «Eso, en la práctica, supone matar la privatización», aseguran las fuentes. «Si cambia el Gobierno, el proceso, de entrada, va a quedar paralizado. Desde que tome posesión hasta que se haga con las riendas de la situación, pueden pasar seis meses», explican.