Grupos

Que vuelva la «mili»

La Razón
La RazónLa Razón

Pensar que podíamos mantener un Ejército exquisito, en el que los soldados se dedicaran sólo a hacer maniobras y ejercicios de tiro, no ha sido sino una parte más de la quimera de nuevo rico en la que hemos vivido en los últimos tiempos. Desde siempre las FAS funcionaron como un todo en el que la tropa asumía las más diferentes tareas, en orden a su elemental supervivencia. Cuando se va a la guerra no puede andar uno pendiente de si llega el catering a tiempo o si la señora de la limpieza te hizo la cama como es debido.

Toda la vida hubo soldados que se ocuparon de la peluquería y la cocina, la jardinería y las letrinas. Y nunca pasó nada. El camino insostenible de la contratación externa nos llevó al absurdo de pagar a empresas de seguridad privadas por hacer el trabajo de patrulla en las academias militares. Bien es verdad que tal capricho, propio del Ejército de Gila, se inició en los tiempos pasados del Partido Popular y ahora la señora Chacón se ve ante el dilema de dar de baja a patrulleros o acabar con el dispendio que supone encargarle la limpieza y el catering a empresas externas. Como es lógico habría que optar por mantener lo primero prescindiendo de lo segundo, recuperando el espíritu cooperativo de la «mili», tan denostado otrora y tan necesario ahora.