Sólo emoción

¿Para qué necesita el balón el Madrid? Con la mirada puesta en la Selección española, con ADN del Barcelona, siempre se echa en falta el juego preciosista. Y no lo necesita. Incluso puede regalar el balón. Le basta con encontrar el contragolpe rápido, la entrada de Di María por la banda y la llegada de Cristiano Ronaldo al área. Anoche estuvo a punto de seguir su ritmo de victorias apuradas, pero la pegada no fue suficiente. Empató y no tuvo más ocasiones de gol que el Almería.
No mostró durante medio partido la superioridad que se le supone. Sospecho que José Mario echó otro pulso a la directiva madridista. Alineó un equipo sin Benzema, quien a pesar de sus ausencias mentales y de que tampoco es un delantero centro clásico, sirve con su sola presencia en el centro del ataque para que los centrales contrarios tengan una preocupación más. Contó con él cuando vio que necesitaba alguien en el área y el francés se llevó a dos defensas y sirvió el empate a Granero.
Contra el colista, el Madrid sólo molestó al guardameta en la segunda parte. Únicamente Cristiano buscó el remate con fe. El fútbol de medio partido fue bastante mediocre. No hubo otra salida que aguardar a que la jugada madridista diera el resultado esperado. Recurrió a la épica y esta vez no encontró la solución. El Almería se jugó el empate acudiendo al área de Casillas y falló sus mejores oportunidades. El Madrid estrelló un balonazo en el larguero. Hubo emoción hasta el final.