Santander
El juez Tomás y Tío alerta de la falta de respuestas a la delincuencia de menores
Denuncia el descenso en la edad de los delicuentes y pide una mejor educación
SANTANDER- «Falta de respuestas y demasiadas zonas oscuras dentro de la delicuencia de menores». Estas son las dos premisas que ayer denunció el presidente de la Sección Segunda de la Audiencia de Valencia, José María Tomás y Tío, tras considerar que los jueces y los legisladores no han sido capaces de dar una contestación satisfactoria a este tipo de delitos.
Tomás y Tío, que es además presidente de la Fundación por la Justicia, participó ayer en los cursos de verano de Santander de la Universidad Católica de Valencia «San Vicente Mártir». En su conferencia debatió sobre medios alternativos de sanción a menores e insistió en la necesidad de educar a las nuevas generaciones «en el concepto social de persona, aprendiendo a vivir pensando en el otro».
En su opinión, si no se educa haciendo referencia al prójimo, la persona se hace la única adoradora y aduladora de sí misma y las consecuencias son siempre «perversas». Como ejemplo, aludió al descenso progresivo de la edad media de comisión del primer delito.
Desde su punto de vista, para hacer frente a la delincuencia juvenil deben buscarse soluciones distintas por parte del Estado, pero también deben darse comportamientos distintos por parte de quienes sirven a la Justicia a través de su trabajo.
Asimismo, también se mostró autocrítico y lamentó que, en muchas ocasiones, se haya ejercido su profesión sin el convencimiento de que la obligación del juez es responder, como última posibilidad, a las incapacidades de las personas de resolver sus propios conflicto.
El presidente de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial concluyó que los jueces no están para asumir ningún protagonismo, sino para colocarse a la espera y ofrecer cauces de solución adecuados a los problemas de la sociedad.
Osoro avisa de que «la gran crisis que existe hoy es la emergencia educativa»
El arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, también acudió a Santander con el firme propósito de de resaltar que el papel de la educación es «fundamental para salir de la situación de emergencia actual». Para ello, el prelado avisó de que la gran crisis que existe hoy es la «emergencia educativa». Osoro quiso hacer hincapié en que el Papa Benedicto XVI tiene más de cien intervenciones sobre este tema, y en las que señala que «hay que ser capaces de alcanzar una manera de entender al hombre que haga salir de la crisis». Siguiendo esta línea, advirtió de que los profesores no pueden caer en la gran tentación de abdicar de su condición de maestros y les instó a los docentes a que recuperen la autoridad en el sentido auténtico que, a su juicio, «da su condición de hombres que saben y que saben dar la mano a otros para que vean lo que ellos ven».
Osoro ha reivindicado a los maestros que están dispuestos "a comprometerse en el desarrollo integral de la persona"en todas sus dimensiones, "incluida la trascendente".
En su conferencia, titulada "Universidad e Iglesia Católica", Osoro ha hablado de la relación entre Dios y la Universidad y ha reflexionado sobre cómo la Iglesia busca y se pregunta "dónde están las raíces de las emergencias que se viven en estos momentos
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