Irlanda

Los grises campos de Irlanda

«La reina de belleza de Leenane»Autor: M. McDonagh. Dirección: Á. Lavín. Reparto: M. Brik, G. López, O. Ortega, P. Gómez. Teatro Nuevo Alcalá. Madrid, 2-IX-2011.

La Razón
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Entre la postal que dibuja «Bailando en Lughnasa», de Brian Friel (1990), y la que arroja «La reina de belleza de Leenane», de Martin McDonagh (1996), han pasado seis décadas. La Irlanda pobre pero idílica de la primera, añoranza de tiempos mejores en una cocina del condado de Donegal en 1936, cede ante el panorama lluvioso y opresivo de los años 90 en Connemara. McDonagh patentó el «teatro de la crueldad» en este vibrante y aplaudido drama. Y lo hizo sin salir de otra cocina, en la que Mag, la anciana insoportable, y Mauren, su hija, que se marchita entre orines y galletas rancias, se destruyen mutuamente. La maldad y la locura habitan en diálogos agresivos, de crudo feísmo, que esconden perlas de humor negro. La traducción de Vicky Peña –quien protagonizó la obra a las órdenes de Mario Gas hace años– permitiría encontrarlas.

Pero no hay concesiones en esta nueva puesta en escena: la dirección de Álvaro Lavín, seca, casi asfixiante, las entierra. Una opción legítima: el montaje funciona como una pelea a muerte entre enemigos temibles. La veterana Maite Brik casi da miedo como la odiosa Mag y Gloria López construye un tobogán de emociones en la piel de Mauren. Junto a ellas, Orencio Ortega y Pablo Gómez interpretan con entrega y acierto a los hermanos Pato y Ray, respectivamente, en esta pequeña pero intensa pieza que merece la pena ver.