Alicante

Un instituto de Alicante sin clases por amenazas de un alumno a los docentes

Los profesores dicen que «no pueden garantizar la seguridad» en el centro y exigen medidas a Educación.

Fachada del instituto de Castalla (Alicante), que se ha quedado pequeño para los 420 alumnos que estudian en sus instalaciones
Fachada del instituto de Castalla (Alicante), que se ha quedado pequeño para los 420 alumnos que estudian en sus instalacioneslarazon

VALENCIA- Los 420 estudiantes del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) del municipio de Castalla, en la provincia de Alicante, se quedaron ayer sin clase. El jueves por la tarde, los profesores de este centro educativo alicantino decidieron suspender todas las actividades después de que D.S.R., un alumno de 17 años expulsado del instituto por agredir al director y a una profesora y dañar las instalaciones de forma reiterada, quisiera entrar en el centro por la fuerza acompañado de su familia.El personal del instituto intentó impedir la entrada al joven, pero éste no se arredró y optó por hacer uso de la violencia. Su familia, lejos de apaciguar los ánimos, colaboró a acrecentar la tensión con insultos e intentos de agresiones a un profesor y al director del instituto, Juan Antonio Olmedo. Tras este incidente, el claustro de profesores elaboró un manifiesto, dirigido a toda la comunidad educativa, en el que informaron que el IES de Castalla no abriría sus puertas durante el día de ayer para «garantizar la seguridad de los alumnos en la medida de lo posible», aunque el director, Juan Antonio Olmedo, aseguró que las clases se reanudarán el próximo lunes. Por otra parte, los profesores convocaron a toda la comunidad educativa para que se concentraran a las puertas del instituto en apoyo del centro y contra la consejería de Educación valenciana y el Ayuntamiento de Castalla, a los que el Consejo Escolar considera culpables de que la situación haya llegado a este punto. Al parecer, tras expulsar varias veces de forma temporal a D.S.R. por sus constantes agresiones e insultos y, sobre todo, después de su expulsión definitiva, el alumno ha pretendido volver a las clases utilizando siempre la fuerza. Según la dirección del instituto, ni la Administración valenciana ni el Consistorio de Castalla han aportado soluciones para hacer efectiva la expulsión y evitar así los altercados provocados por la voluntad del joven de volver al centro por la fuerza.

Aviso a la PolicíaLa Consejería de Educación aseguró ayer que no dispone de ninguna herramienta legal para evitar que el alumno expulsado retorne a las aulas y que, tras cumplir el protocolo, el único método es avisar a las Fuerzas de Seguridad. Por su parte, el alcalde de Castalla, José Luis Prats, señaló que el instituto «pretende montar una batalla política». «Han organizado todo esto justo cuando se realiza en el pueblo la feria de San Isidro para desviar la atención», y añadió que «el ayuntamiento no tiene competencias en cursos de Secundaria y no puede hacer nada más». Hasta el martes, D.S.R. puede alegar en contra de su expulsión, aunque todavía no lo ha hecho. El miércoles, Educación decidirá a qué nuevo centro irá destinado el joven.

Un centro Premio Nacional de Buenas Prácticas en convivenciaEl instituto de Castalla llegó a ser hace dos años Premio Nacional de Buenas Prácticas por el impulso y mejora de la convivencia. Hoy, los profesores no ocultan su malestar por las continuas faltas de respeto y agresiones verbales que reciben de los alumnos. La gota que ha colmado el vaso ha sido el caso ocurrido con D. S. R. El Consejo Escolar del 15 de enero dejó constancia en las actas de un altercado del joven con un profesor. Apreciaron que tenía los ojos «extremadamente desorbitados», lo que hizo sospechar a los educadores que consumía drogas. En el documento se deja constancia de que los profesores hablaron con los padres, pero «no mostraron preocupación». El joven de 17 años continuó con su actitud «agresiva y nerviosa».