Mayor se empapa de toreo

MADRID- No hubo que esperar mucho. Apenas unos días. Misma semana. Mismo fondo. La defensa de la Fiesta. Sin concesiones. Sin aspavientos. Sin un solo incidente. Y con la ilusión de la afición como bandera. Así, ayer, después de que el Ayuntamiento de Madrid blindara el pasado miércoles la Fiesta al declararla Patrimonio Cultural Inmaterial, más de doscientos jóvenes de la capital y del resto de la Comunidad se echaron a la calle para refrendar su pasión por los toros. A golpe de capote y muleta en plena Plaza Mayor madrileña. Desafiaron al mal tiempo, desapacible y con algunas gotitas de lluvia por momentos, para reivindicar la tauromaquia toreando de salón ante la atenta mirada de turistas, curiosos y algún que otro nuevo adepto para la causa que se aventuró a probar suerte con los engaños.

La exhibición, organizada por Taurodelta –empresa gestora de Las Ventas–, contó con el apoyo del Foro de la Juventud Taurina y la Asociación Juvenil Taurina Española. También estuvieron presentes en esta muestra de apoyo al toreo en su expresión como disciplina artística diversos alumnos de las cuatro Escuelas taurinas de la Comunidad de Madrid –Marcial Lalanda, Moralzarzal, Fundación El Juli y Colmenar Viejo– así como otros tantos de la de Guadalajara. Junto a ellos, varios toreros como Joaquín Bernadó o José Luis Bote, ambos profesores de la Escuela de Madrid. Verónicas, naturales, derechazos, gaoneras... se fueron sucediendo de manos de los jóvenes aprendices de torero durante algo más de una hora de lances.

Del mismo modo, el acto sirvió como puesta de largo para la final del Certamen «Camino hacia Las Ventas», que tras recorrer durante todo el verano la geografía madrileña hará su última parada en el coso de la calle Alcalá el próximo 7 de octubre para disputar la final con ganado de Jandilla y Vegahermosa. Así, algunos de los seis finalistas como Amor Rodríguez o David González también estuvieron en la muestra de toreo de salón, que despertó el interés de todos los presentes en una Plaza Mayor, convertida en epicentro del toreo por unos instantes. Sea en ella o en Las Ventas, de Madrid al cielo.

El día más esperado por Jesús Mejías
Tan sólo tiene 13 años, pero hace ya un mundo desde que se puso delante de su primera becerra. A los 5 años. Y acaba de empezar su segundo curso en la Escuela Marcial Lalanda de Madrid. Allí, el diestro catalán Joaquín Bernadó se ha convertido en un segundo padre para él. Ayer, ambos improvisaron una nueva clase en la Plaza Mayor. Buen escenario. «Mueve las manos, por delante». «Acaba los muletazos, hasta el final, bien marcados», le repetía mientras el becerrista, con pasado en tierras toledanas, dibujaba al aire lances y más lances. «Voy dos veces por semana a la Escuela, mis referentes son Enrique Ponce, El Juli y José María Manzanares, quiero parecerme a ellos», afirma «agradecido al toreo» que le ha alejado de la calle y le ha dado «un aliciente para el futuro».