Cataluña

PP y CiU piden medidas para que no se oculte la opción C

En el primer día de referéndum, sólo va a votar el gobierno municipal. La oposición lo hará más adelante. 

El PP denuncia que los informadores esconden la opción C
El PP denuncia que los informadores esconden la opción Clarazon

En toda cita con las urnas, los políticos son los primeros en votar. Es una forma de dar ejemplo a los ciudadanos. Sin embargo, ayer, sólo participaron en la consulta sobre la reforma de la Diagonal el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y su socio de gobierno, Ricard Gomà. Los líderes de la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona prefieren esperar. Antes tenían la «obligación moral» de denunciar los fallos de esta consulta. A las cinco de la tarde, mientras Gomà votaba en un centro cívico del Eixample, CiU y PP comparecían en el Ayuntamiento para denunciar el caos en el sistema de votación. Desde el PP, Àngels Esteller avisó que «no hay control sobre la gente que vota». Además, el PP presentó ayer una carta ante la mesa de seguimiento y garantías de la consulta de la Diagonal para pedir que «se suprima el reparto de publicidad en los puntos de votación por parte del Ayuntamiento». La razón es que los informadores sólo hacen publicidad de las opciones A y B e ignoran la C. La denuncia de CiU fue en el mismo sentido que la de los populares. La federación nacionalista exigió que se retiren de los puntos de votacion de la consulta ciudadana las pantallas que informan sobre las dos propuestas de transformacion, la A y la B. El portavoz de CiU, Joaquim Forn, lamentó que este «atrezzo» es «poco neutral» porque no explica la tercera opción, la C, que rechaza la reforma. PP y CiU lamentaron también las incidencias en el sistema de votación. Forn explicó que en la Casa Bonnemaison, hasta las 14.30 horas, se acercaron a votar 60 personas, pero sólo lo lograron cinco, por culpa de los fallos en la conexión de Internet. Mientras CiU y PP se quejaban, Gomà instaba a la ciutadania a expresar con fuerza que «queremos una Diagonal para las personas, incompatible con los coches».