Barcelona
Más zonas verdes y menos tráfico para combatir la contaminación
Joan padece asma desde pequeño y esta semana, debido a los altos niveles de contaminación del aire en la ciudad de Barcelona, le cuesta mucho respirar, su rendimiento ha descendido, se cansa más rápido y se ha visto obligado a usar el inhalador en varias ocasiones.
Mientras los políticos discuten sobre cómo afecta el límite 80 en la contaminación del aire, las personas con enfermedades crónicas respiratorias proponen medidas para luchar contra la polución en la capital catalana.
El fuerte anticiclón debido a la falta de lluvia ha provocado que la polución sea estos días más preocupante de lo normal, algo que afecta directamente a la salud de los barceloneses. «Polución siempre hay, pero el aumento de partículas contaminnates avivan enfermedades que ya existen como el asma o las bronquitis crónicas», informa la doctora del departamento de inmunoalergias respiratorias del Hospital Sant Joan de Déu, Maria Teresa Gire. «Me ahogo mucho más, igual que cuando hay bajas presiones», explica el vicepresidente de la asociación catalana «A Todo Pulmón» de los afectados crónicos de las vías respiratorias, Oriol Ranter.
Pero el anticiclón es transitorio. Los coches provocan el 90 por ciento de la contaminación, por ello la reducción del tráfico es esencial para lograr una mejor calidad del aire. «Como uno de los grandes contaminantes son los automóviles, debido a los gases de la gasolina, se deberían potenciar las energías alternativas como los coches eléctricos o de hidrógeno», propone Ranter.
«Si el Ayuntamiento se plantea que haya menos tráfico en el núcleo urbano, debería mejorar el transporte público y potenciar los transportes alternativos como el bicing», considera Joan, otro afectado.
El problema de la contaminación atmósférica afecta a muchas ciudades europeas, que ya han puesto en marcha distintas medidas para atajar el problema. Turnos de matrículas para circular, tasas para acceder al centro de la ciudad, eliminación de taxis y camionetas contaminantes o más zonas verdes, otra asignatura pendiente de Barcelona. «Es importante crear pulmones en la ciudad, más árboles en vez de asfalto», explica Monsterrat, que padece la enfermedad de Churgstrauss, y que ingresó esta semana en el Hospital de Vall d'Hebron. «Yo vivo en Vallvidrera y cuando bajo a Barcelona, en algunas zonas como la carretera de Sants, La Rambla o en los aparcamientos cerrados me cuesta mucho respirar, me canso más, estornudo, me ahogo y empiezo a moquear», relata.
Los médicos aconsejan respirar por la nariz, evitar los sitios con más contaminación, no cansarse, no hacer deporte al aire libre y, si la enfermedad es muy grave, evitar salir de casa. «La contaminación ambiental es muy nociva, pero a veces es más tóxica la del interior de las casas por el humo del tabaco o de los productos de combustión de la cocina», dice la doctora Giner.
Pajín se suma al oportunismo de Aguilar
La ministra de Sanidad, Leire Pajín, anunció ayer en una visita al Instituto Guttmann de Badalona (Barcelona) que ha pedido a las comunidades autónomas que le faciliten la información necesaria para saber si existe un «impacto real» de la contaminación en la salud de los ciudadanos durante los episodios como el actual de aumento de la polución. Quiere conocer los datos hospitalarios para saber si existe una «relación clara» entre la contaminación y el aumento de enfermedades y de las visitas a urgencias. De este modod, Pajín se alinea con la ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar.
✕
Accede a tu cuenta para comentar