Murcia
Recorte brutal de la financiación sanitaria en España
La grave crisis económica y la necesidad imperiosa de las comunidades de recortar gasto público para no agigantar su desmesurada deuda van a socavar en 2011, aún más, los cimientos de uno de los principales pilares del Estado del Bienestar: la Sanidad Pública.
Los datos correspondientes a los presupuestos autonómicos de 2011, recabados por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), auguran un mal año para el antaño modélico Sistema Nacional de Salud, al descender un 4,11 por ciento el dinero en el conjunto del Estado para este área.
Si en 2010 las autonomías empezaron a agotar justo después del verano sus fondos públicos para afrontar los pagos más elementales a proveedores de tecnología y productos sanitarios, laboratorios, farmacias, y hasta las nóminas de los profesionales de los hospitales y centros de salud, ¿qué ocurrirá este año, con una media de 55,37 euros menos por persona, según los cálculos de la federación? Las perspectivas no son nada halagüeñas, como vienen alertando desde hace meses los principales especialistas en Economía de la Salud.
Todas las prestaciones
Las estadísticas de la Fadsp revelan que en 2011 España destinará de forma global 1.288,58 euros por ciudadano para cubrir todas sus necesidades sanitarias. Esta cantidad incluiría desde las simples visitas al médico de familia, hasta la adquisición de los medicamentos financiados, pasando incluso por la práctica de posibles trasplantes e intervenciones quirúrgicas complejas; es decir, todas y cada una de las prestaciones recogidas en el catálogo público vigente. En 2010, la cifra presupuestada –que se demostró insuficiente– fue de 1.343,95 euros por persona en el conjunto del país.
Sin embargo, los datos más impactantes que ha recabado la federación hacen referencia a la profunda brecha que se está abriendo entre las autonomías a la hora de financiar la Sanidad de sus ciudadanos. Una brecha que pone en grave riesgo la equidad y la cohesión sanitaria en España, como vienen alertando también desde hace muchos meses los principales expertos del sector e instituciones como el Consejo Económico y Social (CES).
Una brecha profunda
Baleares, que es la comunidad que menos fondos dedicará este año a esta parcela, aportará de sus presupuestos globales apenas 1.003,32 euros para costear la Sanidad de cada uno de sus ciudadanos. El País Vasco, el feudo más generoso, destinará en cambio 1.563,68 euros por persona. La diferencia, nada más y nada menos, es de 560,36 euros. Todo un mundo en el que caben muchas prestaciones de por medio. La infrafinanciación balear de su Sanidad viene de largo, pues ya en 2010 apenas dedicó 1.066,37 euros por persona al año a este área, de acuerdo con los mismos datos de la federación.
La disparidad a la hora de financiar la asistencia pública no se restringe sólo a estas autonomías. Andalucía, por ejemplo, destinará este año 1.121,69 euros a cada uno de sus potenciales pacientes, mientras que Navarra dispondrá de la amplia cifra de 1.528,59 euros, y Aragón, de 1.364 euros.
En lo que se refiere a las diferencias anuales de financiación, las estadísticas obtenidas por la Fadsp arrojan datos preocupantes. Canarias, por ejemplo, disminuye su presupuesto en un 12,3 por ciento este año. Y lo hace pese a ser una de las autonomías que sufrieron mayores problemas en 2010 para afrontar los pagos a los principales agentes del sector. En total, destinará a su Sanidad 1.135,75 euros por paciente, frente a los 1.295,36 presupuestados en el pasado ejercicio.
El preocupante análisis de la Fadsp incluye un factor que, en cambio, juega en favor de las autonomías: algunas de las medidas de ahorro implantadas en 2010 por el Ejecutivo producirán ahorros desconocidos hasta ahora en las comunidades. En materia de gasto farmacéutico, caben destacar, por ejemplo, las bajadas de precios de los medicamentos provocadas por el último tijeretazo del Ejecutivo, los recortes de los márgenes de las boticas y de algunos productos sanitarios como los pañales, y la entrada en vigor del nuevo sistema de precios de referencia de los fármacos, que afecta a los productos que han perdido la patente.
Tijeretazo en el sector
En materia de personal, hay que reseñar la draconiana reducción del salario aplicada a los profesionales del sector. Bajada que afecta escalonadamente a auxiliares, enfermeras y médicos, y cuyo efecto más intenso se ha apreciado en la entrega de la última paga de Navidad.
Temerosas de que muchas de estas medidas apenas contribuyan a aliviar sus penurias económicas, numerosas autonomías han empezado a legislar por su cuenta y riesgo con el fin de obtener ingresos extra en materia de personal y de medicamentos. Murcia, por ejemplo, se ha descolgado con una Ley de Medidas Extraordinarias para la Sostenibilidad de las Finanzas Públicas en la Región, que incluye reducciones salariales y de jornada para los empleados públicos.
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