Murcia
La nueva cárcel de Campos del Río permitirá «aliviar» la de Sangonera la Verde
Las mujeres serán las primeras en ocupar el moderno centro penitenciario a principios de mayo
MURCIA- La nueva cárcel de Campos del Río «permitirá el ingreso de reclusos que viven en la Región de Murcia o en provincias limítrofes, de forma que puedan cumplir su condena cerca de su lugar de residencia», aseguró ayer el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quién acudió a la inauguración del nuevo centro.
De esta manera, la cárcel de Sangonera la Verde será la primera que «aliviará» sus dependencias con el traslado de las mujeres internas al nuevo centro penitenciario a principios del mes de mayo, momento en el que se iniciará la actividad de la nueva prisión.
Igualmente, Rubalcaba destacó que la nueva infraestructura cumple «la misión constitucional de reinsertar a los presos», algo a lo que contribuye «el hecho de que las personas estén cerca de los lugares en los que viven, a lo que se suma que se trata de un sitio agradable y digno».
Por otra parte, el ministro recordó que la construcción de la cárcel, que se ha realizado en menos de 30 meses, responde a un plan del Gobierno central para «salir del paso del aumento de la población reclusa».
El acto estuvo presidido también por la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo; el director de la nueva prisión Nahum Álvarez; el director general de Emergencias en la Comunidad, Luis Gestoso; el delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, y numerosas autoridades locales y autonómicas.
La prisión Murcia II, en la que se han invertido más de 112 millones de euros, y que cuenta con 1.194 celdas distribuídas en 16 módulos residenciales, que tienen como novedad, que amplían sus celdas de 10 metros cuadrados a 13 metros cuadrados. Además, cuenta con cocina, aulas, polideportivo, panadería, lavandería, gimnasio y piscina. Otra de las novedades que alberga el nuevo centro penitenciario «es visual», como explicó Álvarez, porque «no existe torre, ya que existe un sistema de seguridad con cámaras». Asimismo, por primera vez se ponen en marcha, en Murcia, talleres formativos de cocina y jardinería, con capacidad para quince presos internos. Y, además, como aseguró el director de la prisión «el centro es el primero en reciclar sus aguas grises» para reutilizarla en los inodoros. Igualmente, consta de enfermeria, con consultas, sala de curas y camas hospitalarias, así como con un edificio de comunicación con salas de locutorio para la comunicación con las familias, y otro edificio de comunicaciones de convivencia, en el que se desarrollarán los talleres y en el que los internos, una vez al trimestre, podrán pasar un rato con sus hijos y cónyuges. Se prevé que en el primer año de funcionamiento el centro penitenciario se ocupe al 50 por ciento, con alrededor de 800 presos. La cárcel de Campos del Río está diseñada como una pequeña ciudad en la que se sitúan diferentes edificios destinados a dar cumplimiento a las necesidades de las personas allí internadas para favorecer su reinserción social a la vez que se garantizar su custodia.
El acto de inauguración se convirtió en un emotivo homenaje a los dos últimos directores de la prisión de Sangonera, cuyas familias estuvieron presentes, Guillermo Miranda, fallecido hace dos años, y Francisco Marín, quien murió la semana pasada a causa de un derrame cerebral.
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