John Williams de cine

Escuchaba a un aficionado a la música, visitante alguna que otra vez del Real y del Auditorio, que era el concierto en el que más había disfrutado en su vida. Lo mismo debió pensar el público que llenó el Auditorio el domingo por la mañana, cuando se ofreció un concierto extraordinario con música de John Williams, una repetición con variaciones del ofrecido hace meses por Josep Pons. No recuerdo en años de historia de la OCNE mayores aclamaciones de las que cosecharon Georg Pehlivanian, el coro y la orquesta. Se las merecieron porque tocaron con calidad y con el entusiasmo que el público esperaba. Acudieron padres con niños de todas las edades para enseñarles aquellas melodías y marchas que forman parte de nuestras vidas.

Williams es un clásico al que debería escucharse más en salas de conciertos, porque la valía de su obra es innegable. «La marcha de los saqueadores» de «En busca del arca perdida» abrió a lo grande una sesión que, tras «Harry Potter» y «Parque Jurásico», finalizó con cincuenta minutos de una suite de «La guerra de las galaxias». Se incorporó el coro en el «Duel of the fates» y en «Battle of the Heroes», elevando la temperatura en ambas piezas pletóricas, separadas por el inspiradísimo tema de «Across the Stars». Se lograron repeticiones en este concierto que contó con atre-zo dentro y fuera del auditorio, y que a más de algún joven le habrá abierto el interés por la música.