País Vasco

Tostón de análisis por Alfonso Ussía

La Razón
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Día de análisis. Aquí, el que escribe y no analiza los resultados de unas elecciones, no existe. Lo del País Vasco no precisa de análisis alguno. Como si un monstruo de dos cabezas ingresa en la consulta del médico, y éste, imperativo, se dirige a la enfermera: «Que le hagan un análisis de sangre y otro de orina». Y el bicéfalo, que humildemente, le recuerda. «Doctor, mi problema no está en la sangre ni en la orina. Está en que tengo dos cabezas y no una como usted». Eso, el golpe de vista. Pues el golpe de vista de los resultados en el País Vasco no admite dudas. Un desastre para España. Triunfo del PNV. Victoria de los etarras y de seis miembros del Tribunal Constitucional. Descalabro del primer «Pachi», que en este caso se escribe «Patxi». Y muy mal resultado del PP de Basagoiti, que ha perdido votantes a favor del PNV. Castigo por arrinconar a quienes en los tiempos peores se jugaron la vida.
Galicia. Rubalcaba manifestó que los resultados gallegos habría que interpretarlos desde una dimensión nacional. En tal caso, Rubalcaba, y su equipo, la señora Valenciano, Madina, la Trini y compañía se tienen que ir. Victoria apabullante de Feijóo, que aumenta en tres escaños su mayoría absoluta. Indirectamente, apoyo y espaldarazo soberano a la política de recortes de Mariano Rajoy. El que fuera Director General de Correos en tiempos de Aznar, ha demostrado lo que se obtiene cuando una gestión es sensata, positiva y lejana a las estridencias. Lo del segundo «Pachi», de pena honda. Beirás, el orate, triunfa sobre su antiguo BNG con holgura y en unión de los comunistas, y el BNG se enfrenta, probablemente, a su última legislatura en el Parlamento de Galicia. Las causas del resultado de Mario Conde intentaré analizarlas a través de los argumentos del grupo Intereconomía, que es el que le ha empujado a este terraplén tan poco apacible.
El PSOE, vistos los resultados de Galicia y del País Vasco, está en la obligación de retirar su apoyo a los movimientos callejeros y las manifestaciones sindicales convocadas. La calle no es suya. En Galicia, le han dicho a Rubalcaba que se vaya cuanto antes. Lo comentó Foxá cuando España fue sancionada por la Organización de las Naciones Unidas: «Tremendo patadón el que han dado a Franco en nuestro culo». Pues eso. Hasta el músculo tradicional y emigrante del socialismo en el País Vasco se ha roto. Los votantes del PP en Galicia lo están pasando igual de mal que los del resto de los partidos, pero han aumentado su confianza en quien ha practicado los recortes. Además, la figura de Feijóo es calmante y decente, y eso es mucho en los tiempos que corren.
País Vasco. Para España un desastre, para el PNV un triunfo moderado y para los representantes del terror, una victoria de incalculable valor. Allí se dan muchas posibilidades para combinar el poder. Haría bien el PNV en gobernar con pragmatismo y moderación. Su enemigo no es el PSE. Menos el PP. El PNV es un partido sociológicamente inmerso en el conservadurismo. Su enemigo de verdad es Bildu. Hoy son todo sonrisas. Pero si los que, en realidad manejan Bildu –la ETA silenciosa–, se sienten decepcionados por el rumbo gobernante del PNV, los primeros en sentir la rabia de la fiera serán Urkullu y los suyos. Que Bildu haya obtenido esos veinte escaños, inobjetables desde una reflexión democrática, certifica la enfermedad grave, la metástasis que padece una considerable parte de la sociedad vasca.
Cuando escribo este tostón, todavía no ha hablado Rubalcaba. Lástima, hombre.