Teatro

Rusia

«Donka»: Chéjov vuela

Dónde: Teatro Compac Gran Vía. Madrid. Cuándo: Del 19 al 30 de octubre. Cuánto: desde 20 a 38 euros. www.entradas.com 

Una evocación de «Tres hermanas» sobre el trapecio
Una evocación de «Tres hermanas» sobre el trapeciolarazon

«Con la cantidad de especialistas que hay en Chéjov por qué me tienes que hacer un encargo precisamente a mi». Así reaccionó Daniel Finzi Pasca ante el ofrecimiento del director del Festival Chejov de Moscú, Valéri Chadrine, para que compusiera un montaje que debía estrenar en el certamenl de Moscú. El suizo (de Lugano, el cantón italiano) inició el proyecto como un «matrimonio apañado», pero, según confiesa ahora, acabó por enamorarse del ruso. La propuesta es, como otros de los montajes del autor («Nebbia», «Rain» o «Corteo», un encargo para el Circo del Sol) pura poesía visual: circo, teatro, danza, música en vivo y un mimo extremo en todos los elementos que cruzan el escenario.

Sin duda, lo más espectacular son las imágenes que se proyectan sobre un telón blanco telón que cubre la boca del escenario, pues el espectador no sabe muy bien si asiste a una proyección en 3D o a un espectáculo en vivo. El creador nos lo aclara con cierto tono misterioso y nostálgico, el manto que envuelve todos sus espectáculos: «No es más que el viejo teatro de sombras. En un momento en que hay existe tanta tecnología hay que usar estas cosas que sorprenden por la simplicidad».

Otras preguntas que cruzan la mente del espectador es cuál de los personajes de los títulos del dramaturgo ruso tiene sobre el trapecio o haciendo malabares. «Su obra es tan conocida en Rusia como "Don Quijote"en España», arguye Finzi Pasca para explicar por qué no ha hecho una adaptación a su lenguaje circense-teatral de ninguna de las obras del autor, sino que le ha escrito esta carta en la que «hay presencia de algunos personajes, retazos de sus cuentos, fragmentos de sus obras...». Todo desde la perspectiva de que el creador de «El jardín de los cerezos» pensaba que «la realidad es más real en los sueños».

Contorsionismo expresivo
En el buceo previo por la vida de Chéjov, el director se topó con algunas características que le sorprendieron gratamente:«Su editor comenta que le encantaban los clowns, a cada lugar distinto donde viajaba, iba a ver cementerios y a los payasos locales». Como reto, Finzi Pasca se propuso aprehender un poco de su mayor virtud para el espectáculo: «Diseccionaba a cada personaje tratando de entenderlo. La característica que le hizo grande, para mí, es que simplemente se dedicaba a descibrir la sencillez y también la complejidad de la vida». A esto le ayudaron especilamente los diarios, donde describe su otra pasión, la medicina, pues también ejerció como doctor. Quizá una profesión que vino a compensar la fragilidad que tuvo desde pequeño, pues sufrió problemas pulmonares desde pequeño. También visitó las distintas casas donde vivió y de estos pequeños detalles ha logrado números sorprendentes como trasladar su interés por la anatomía a números donde el contorsionismo adquiere una intensidad dramática pocas veces alcanzada.

 

De «Ícaro» al Teatro de la Caricia
Su nombre empezó a despertar curiosidad cuando estrenó «Ícaro», monólogo para un solo espectador. La cosa adquirió el grado de acontecimiento cuando lo llegó a representar durante 17 años. Más tarde forjó el Teatro de la Caricia, un nombre sugerente que plasma su particular filosofía, emparentada con la actitud del payaso frente al espectador y el gusto por lo sencillo.