CiU no apoyará las cuentas del PP si no incluyen las deudas con Cataluña

BARCELONA– Cambio de papeles. Después de jugar una larga partida de ajedrez, sobre la que hicieron creer que acabó en tablas –CiU sacó adelante los presupuestos de la Generalitat de 2012 y el PP se colgó la medalla de haber introducido cambios como reducir el impacto de las tasas turística y farmacéutica–, nacionalistas y populares han empezado otra jugada para aprobar las cuentas del Gobierno de Mariano Rajoy para 2012. Esta vez, la partida se juega en el Congreso. A la espera de que los populares muevan ficha –el próximo 30 de marzo presentarán sus primeros presupuestos–, CiU comienza a perfilar su estrategia.

Aunque los nacionalistas avalaron los primeros recortes del Gobierno popular, además de la reforma laboral, y de abstenerse en el límite de déficit impuesto en el consejo de Política Fiscal y Financiera , el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Dura Lleida, avisó de que su partido no apoyará las cuentas de Rajoy si no se consignan las deudas con Cataluña.

El trato
«Hay una cuestión básica para apoyar o no el presupuesto. O bien los presupuestos incluyen el reconocimiento de la deuda a la disposición tercera o no podremos votar positivamente ni los presupuestos del Estado ni el techo de gasto», advirtió el democristiano a través de la carta web que publica los viernes.
La deuda de la que habla Duran es el dinero que corresponde a liquidar la disposición adicional tercera del Estatut, los 759 millones de la liquidación de 2008, o bien los 219 millones de la de 2009. Aunque tenga mayoría absoluta y no necesite socios para sacar adelante sus cuentas, al PP le interesa fidelizar a CiU como muleta en el Congreso. Porque no es lo mismo aprobar unas cuentas impopulares solo que hacerlo acompañado.

Pero mientras que al PP, en Cataluña, le interesa exhibir su papel de socio imprescindible, a CiU, en Madrid, le importa más lo que se cuece en la trastienda. Le conviene que el Gobierno de Rajoy pague las deudas que José Luis Rodríguez Zapatero dejó pendientes de pagar a Cataluña –la disposición adicional tercera del Estatut y los 1.450 millones de euros del fondo de competitividad correspondientes a la liquidación de 2011–. El cobro de esta cantidad aliviaría los recortes. Pero, sobre todo, a CiU le interesa negociar con el PP una estrategia para dar salida al pacto fiscal, el proyecto estrella de Artur Mas.