Bolsa

Tarde mal nunca por C RODRÍGUEZ BRAUN

La Razón
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La economía española lleva más de dos años ajustándose, lo que le permitirá volver a crecer en el futuro, pero el ajuste ha sido soportado por trabajadores y empresarios del sector privado. Ayer, un artero y lacrimoso Smiley anunció por fin el ajuste del sector público, con tres deficiencias. Primero, llega tarde, porque el Gobierno debió aprovechar la fase expansiva para reducir más la deuda pública y no debió incurrir en tanto gasto ni en tiempos de vacas gordas ni cuando las tornas se volvieron. Segundo, el ajuste del sector público se hará mal porque Smiley y sus secuaces, socialistas al fin y al cabo, no han apostado, al revés de lo que parece, por reducir el gasto sino especialmente por aumentar los impuestos, tanto hoy como mañana: la espectacular subida de la deuda pública equivale a más impuestos en el futuro. La liberalización de los mercados, que junto con la contención genuina del gasto adelantaría la recuperación, se deja para otra ocasión. O sea, nunca. Y, precisamente, Smiley nunca dice la verdad a los españoles ni antepone los intereses del pueblo a los suyos propios, aunque en todas las incursiones que perpetra contra nuestra libertad y nuestro dinero asegura que lo hace por nuestro bien. Pero es tan diestro en sus ardides que difícilmente nos damos cuenta. Por ejemplo, daña a los funcionarios e irrita a la extrema izquierda y los sindicatos, precisamente lo que menos le perjudica a él en un contexto como el actual. Y, para colmo, con un Partido Popular ideológicamente desnortado y golpeado por la corrupción. Luzbel, un aficionado, oiga.