Sevilla

Regalan a Cayetano un libro sobre Paquirri por Jesús MARIÑAS

Aguirre recibió a los toreros y mostró su apoyo a la Fiesta
Aguirre recibió a los toreros y mostró su apoyo a la Fiestalarazon

Reconoció y rubricó El Juli en nombre de las figuras taurinas –que están agradecidas a Esperanza Aguirre por declarar la Fiesta Nacional «de interés cultural»– y escribió una rendida dedicatoria en el Libro de Oro de la Comunidad: «Es la más taurina de todas», escribió con letra grande. Perera, Talavante, Manzanares y Cayetano se limitaron a firmar por debajo. Sus rúbricas servirían para un buen estudio: ampulosas, de epatantes mayúsculas, con muchas redondeces. La de José María demuestra que todavía no superó su última cornada, con la que se destrozó la mano izquierda. Esperanza Aguirre no dejó de sorprenderse ante las grandes cicatrices que la atraviesan desde la muñeca hasta los dedos: «Ya llevo diez operaciones, presidenta», precisó el torero, con presencia impecable y hecho un pincel.

Julio y Talavante esperan abrir temporada en Olivenza el segundo sábado de febrero. Manzanares espera hacerlo en Vistalegre. Y mientras todos se mantenían en un segundo plano, Cayetano gozó de las preferencias presidenciales. De hecho, tras el almuerzo hubo sorpresa para el segundo de Carmen Ordóñez, nuevamente aireada por Lolita –justificando lo injustificable, su pasividad ante los presuntos malos tratos–. El gerente de Las Ventas, Carlos Abella, recopiló hasta tres mil firmas y dedicatorias recogidas para Paquirri durante la muestra retrospectiva de los veinticinco años de su muerte y las incluyó en un libro que le ofrecieron al hijo, que lo acogió con emocionada sorpresa.

Mientras, Perera remata romance con Verónica, la alta hija del Niño de la Capea y su esposa Carmen. Ya viven juntos en Sevilla, y ella, que estudió Periodismo en Salamanca, hace un máster. Forman una pareja magnífica y serán los próximos en pasar por vicaría tras lo aún caliente del apuesto Manzanares.

La nota curiosa: salvo Julián López –que me comentó igual que Manzanares su deseo de ser papá–, todos lucían barba. «Nos la dejamos para descansar, tan sólo durante los meses alejados de la plaza. ¿Dónde se ha visto un torero barbudo?», bromeaba Manzanares con su nueva estampa. Y, de paso, tiraban a dar contra la marginación que impone TVE –la que pagamos entre todos– con su presidente Oliart, que se está luciendo con la Fiesta Nacional. «No han querido pactar ni negociar, es increíble. Y eso que estábamos dispuestos», lamentan. Pues nada.