Pago a proveedores
Un empleo a tiempo parcial por Sergio ALONSO
Aunque los pacientes quizás aún no lo perciban, el sistema sanitario español atraviesa una situación mala, muy mala; posiblemente, la peor de toda su historia. Salvo milagro, cerrará el año con más de 10.000 millones de déficit y una falta de liquidez tan alarmante, que bloqueará por ejemplo el desembolso de peonadas en varias comunidades, y obligará a aplazar aún más los pagos a proveedores y farmacias, generándose así una secuencia de peligroso final para las empresas privadas.
En estas circunstancias, no parece de recibo que el Gobierno se permita el lujo de tener a una ministra a tiempo parcial, a la más alta autoridad del Estado volcada en motines de Aranjuez, la apertura interesada de centros cívicos o en pugnas dialécticas con Tomás Gómez, mientras los boticarios sudan la gota gorda para cuadrar sus nóminas, las bajas médicas no pueden cubrirse en los hospitales por falta de fondos, o los fabricantes de gasas y apósitos echan el cierre uno tras otro en espera de un dinero que les pertenece y que no les llega.
Tampoco es de recibo que Trinidad Jiménez se valga del descomunal aparato mediático que le reporta el Ministerio para divulgar fuegos de artificio y tomar varios cuerpos de ventaja sobre Gómez mediante lo que se conoce en economía como abuso de posición de dominio. Justamente valorada por su gestión de la gripe A ,e injustamente sobrevalorada como ministra, Jiménez ha de optar ya por un puesto u otro: o la Sanidad, o Madrid, con Esperanza Aguirre como rival, si logra apartar a Gómez del aparato político. La duplicidad actual evidencia que el Ministerio es para ella más un medio que un fin; un mero instrumento para ocupar la comunidad. Nada más.
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