Asia

Tokio

Más de 25000 soldados de Japón y EE UU buscan desaparecidos del tsunami

Unos 18.000 efectivos de las Fuerzas de Auto Defensa de Japón y 7.000 soldados de Estados Unidos comenzaron hoy una operación conjunta de búsqueda de miles de desaparecidos del terremoto de hace tres semanas.

Más de 25.000 soldados de Japón y EEUU buscan a desaparecidos en la zona devastada
informó el Ministerio de Defensa nipón, el operativo, al que se sumarán policías, bomberos y guardacostas, se desarrollará durante tres días en las provincias de Iwate, Miyagi y Fukushima, las más afectadas por el devastador tsunami que sucedió al seísmo de 9 grados Richter del 11 de marzo.

El despliegue incluye centenares de barcos y helicópteros para acceder a las zonas más remotas y arrasadas por las olas, que causaron, según las últimas cifras oficiales, 11.578 muertos y 16.451 desaparecidos.

Japón ha movilizado buceadores, cien aeronaves y medio centenar de navíos, mientras que el Ejército estadounidense pondrá al servicio de las operaciones de búsqueda 20 aviones y helicópteros y 15 embarcaciones.

Las labores de búsqueda se centrarán en los lugares que permanecen sumergidas en la costa por la imponente masa de agua desplazada por el tsunami y en las desembocaduras de ríos en las provincias de Iwate, Miyagi y Fukushima, un área que se adentra hasta 18 kilómetros desde la costa.

Los servicios de rescate creen que gran parte de los desaparecidos en el noreste japonés fueron arrastrados por las olas mar adentro o siguen bajo el agua de zonas inundadas.

Los militares aprovecharán los cambios en el nivel de las aguas causados por las mareas para tratar de reducir el amplio número de desaparecidos que fueron sorprendidos por el maremoto.

El perímetro de 30 kilómetros alrededor de la central nuclear de Fukushima Daiichi no será explorado durante el operativo de búsqueda, ya que se teme el efecto de las filtraciones radiactivas de la planta.

Las autoridades japonesas han ordenado la evacuación de toda la población que vive a menos de 20 kilómetros de la central nuclear, mientras los residentes entre los 20 y los 30 kilómetros deben permanecer en casa para evitar exponerse a la radiación.