Prevención

Hernia discal la cruz de la espalda

Casi dos millones de españoles sufren las molestias de la problemática del disco intervertebral y uno de cada diez necesitará cirugía para acabar con el dolor 

Hernia discal, la cruz de la espalda
Hernia discal, la cruz de la espaldalarazon

Más del 80 por ciento de la población tendrá dolor de espalda en algún momento de su vida y, según el jefe de Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario Niño Jesús y de la Clínica La Luz de Madrid, Francisco Villarejo, en nueve de cada diez casos está provocado por una hernia discal.
A día de hoy, la problemática del disco intervertebral afecta hasta el tres por ciento de la población española y obliga, hasta en el 33 por ciento de los casos, a precisar un tratamiento quirúrgico. Sin embargo, Javier Rivera, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología, puntualiza que «las cifras no siempre dibujan la idea que necesitamos. Y es que si se hiciera una resonancia magnética a la población entre los 40 y los 60 años encontraríamos hasta un 20 por ciento de afectados».
Este punto se debe matizar porque no todos los que tienen esta anomalía en las espalda presentan un cuadro clínico.
«Con el paso de los años la columna se degenera porque el disco pierde agua y se va deteriorando y saliendo de su sitio», reconoce Villarejo, que apunta que su aparición en personas jóvenes suele estar causada por un traumatismo, un accidente o la práctica de deporte, como esquiar, jugar al fútbol o al baloncesto. Su tratamiento conservador sin recurrir a la cirugía no es efectivo en muchas ocasiones pero depende de muchos factores como la edad y el sexo del paciente, la existencia de otras enfermedades como diabetes, hipertensión, obesidad, el tipo de hernia, el tiempo de evolución o del tipo de actividad laboral.

Cuándo actuar
Se estima que hasta un 20 por ciento de las hernias se reabsorben, bien porque el fragmento no ha migrado y puede volver a su lugar, o bien porque sí lo ha hecho pero ha sido absorbido por los mecanismos naturales del organismo. El tratamiento conservador con reposo, analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares es el primer paso a seguir. «El éxito de este planteamiento terapéutico alcanza hasta a un 90 por ciento de los pacientes. La cirugía actualmente se hace en aproximadamente un 10 por ciento de los casos y siempre que haya fracasado el tratamiento conservador», comenta Rivera.
Sin embargo, Carlos Villas, especialista del Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica Universidad de Navarra, apunta que «pasar por el quirófano no es sinónimo de curación del proceso salvo que, además de descomprimir el nervio, se asocie una fijación, una artrodesis del segmento móvil, de la bisagra que contiene el disco».
Cuando todo ha pasado y el paciente ya se encuentra recuperado, ha de tenerse en cuenta la posible recaída. «Efectivamente, el hecho de haber tenido una hernia discal indica que existe una predisposición a padecer este tipo de patología por lo que no es raro ver enfermos con un historial de varias hernias discales», manifiesta Rivera.
Rivera destaca además que «es importante divulgar que los prolapsos discales, aunque se pueden considerar como hernias discales en potencia, no tienen las mismas manifestaciones clínicas que las hernias establecidas. Son mucho más leves, con una clínica menos aguda y generalmente se resuelven muy bien con tratamiento conservador. No se debe plantear el tratamiento quirúrgico en estos casos».