Finlandia
Finlandia: El primer presidente conservador desde 1956
Un conservador presidirá por primera vez Finlandia desde 1956. Los 4,4 millones de finlandeses con derecho a voto se decantaron finalmente ayer por Sauli Niinisto, candidato del Partido de la Coalición Nacional, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
Según los resultados oficiales, Niinisto, que ya fue el más votado en la primera vuelta, el 22 de enero, sucederá a Tarja Halonen poniendo fin así a 30 años de hegemonía socialdemócrata. El aspirante conservador logró el 62,6% de los votos, frente al 37,4% del ecologista Pekka Haavisto.
Con su apoyo, los finlandeses parecen querer demostrar su compromiso con la UE y el euro tras el «shock» que supuso el auge de la derecha populista y antieuropea en las legislativas de abril de 2011. Y es que como ministro de Economía (1996-2003), Niinisto fue uno de los artífices de que Finlandia se desmarcara de sus vecinos escandinavos y decidiera sumarse a la moneda única.
El dirigente conservador, que logró sobrevivir en Tailandia al «tsunami» de 2004 manteniéndose agarrado a un poste eléctrico, centró su campaña en el aumento de las exportaciones, la defensa de los derechos humanos y la lucha contra el cambio climático.
Mientras, tras reconocer su derrota, Haavisto aseguró no sentirse decepcionado con el resultado, ya que, en su opinión, tanto él como sus colaboradores han hecho una buena campaña y han quintuplicado el apoyo que su partido tiene en el Parlamento. «Esta campaña va a dejar una profunda huella en la política finlandesa, porque hemos logrado que se hable de la tolerancia y de los excluidos de nuestra sociedad», declaró el perdedor.
Conciencia moral del país
Finlandia no es una república presidencialista al estilo francés en el que el presidente dirige la política exterior, preside los Consejos de Ministros o disuelve el Parlamento. En este país nórdico el jefe de Estado, que tiene un mandato de seis años renovable a un segundo, desempeña un papel mucho más discreto. Sus principales tareas son representativas y protocolarias. Es habitual que al ser nombrado el presidente abandone su militancia política y se convierta en una especia de conciencia moral de la nación. Éste ha sido el caso de la socialdemócrata Tarja Halonen, que tras doce años deja su cargo con una alto índice de popularidad.
Su sucesor logró ayer un doble récord. Fue el candidato a presidente que más apoyo popular logró en las urnas desde que en 1994 se comenzó a elegir por sufragio universal al jefe de Estado. Además, tras su victoria, los conservadores ostentan los dos máximos cargos del país por primera vez desde la independencia de Finlandia en 1917.
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