Nueva York

«Sor Internet» expulsada del convento

María Jesús Galán una monja toledana de 54 años, más conocida como Sor Internet, 34 años vinculada al convento de Santo Domingo el Real, pero su clausura en el monasterio ha terminado. Ha sido expulsada del convento.

Ha sido la propia religiosa, que lleva 34 años en su orden de clausura, quien ha dado a conocer su salida del monasterio en Facebook. «Hay unas keniatas que me han hecho la vida imposible. La envidia ha jugado una mala pasada y han ganado ellas. El delegado de Vida Religiosa, la priora y otras dos monjas han decidido que yo me marchara para que quedaran tranquilas las keniatas. No tienen vocación pero vienen a recoger dinero para sus familias», explica.

'Sor Internet' se hizo famosa al recibir una de las distinciones que se entregan en el acto oficial del Día de Castilla-La Mancha. El Gobierno castellano-manchego quiso reconocer entonces su trabajo de digitalización de los fondos documentales de su centenario convento.

Según el Arzobispado de Toledo y la Curia Dominica, la priora tiene potestad para expulsar a una de sus religiosas sin que tenga que mediar en ello la Curia. Ahora, reside con sus familiares en Toledo y no percibe subsidio alguno pues no consta que haya trabajado durante los 34 años que ha permanecido en la orden a pesar de haberse hecho cargo del archivo del monasterio y de la digitalización de sus documentos históricos.

Su marcha podría tener una explicación más profunda, según su entorno: su creciente popularidad gracias a los medios de comunicación y el hecho de dominar Internet y pertenecer a una red social -tiene 204 amigos en Facebook- podrían haber molestado a la jerarquía eclesiástica de Toledo, más favorable a que los religiosos pasen inadvertidos.


«Sin rencor»

"Estoy tranquila y con paz. Son cosas que ocurren y lo mejor es seguir adelante", ha dicho la ya "ex monja"en declaraciones a Efe, tras anunciar el pasado martes que la habían echado del convento.

"Han sido 34 años de vida religiosa de la que nunca me he arrepentido y he sido feliz", afirma la ex monja, que en su perfil de Facebook ha colgado una foto en blanco y negro del rostro de una mujer con una lágrima brotando de un ojo.

La ex monja se ha inscrito en las listas del paro y busca trabajo como contable. "Están las cosas difíciles, pero espero poder encontrar algo", afirma.

Galán tiene que empezar de cero porque su vida religiosa no se contabiliza para recibir compensaciones por estar en paro, aunque se muestra optimista gracias a su larga lista de amigos y, sobre todo, a sus profundos conocimientos de Internet.

Ella misma contó a Efe como en ocasiones, en el convento, cuando no le funcionaba un ordenador se entretenía en desarmarlo y volverlo a armar.

Fuentes del Arzobispado de Toledo han indicado a Efe que no han tenido intervención alguna en la expulsión de la monja, que ha sido una decisión que ha tomado de forma autónoma la congregación de las religiosas y no tiene "ninguna versión que ofrecer".

"Sor Internet", que el primero de enero cumplió 54 años, entró en el convento de clausura toledano de Santo Domingo El Real (1364) "llamada por la Fe"en 1976 y fue la archivera del monasterio en el que introdujo las nuevas tecnologías.

"El archivo ha sido para mí en momentos difíciles un aliciente. He disfrutado mucho y he aprendido mucho. También, gracias al monasterio de Santo Domingo el Real he ganado muchos amigos, incluso una placa de reconocimiento por la utilización de las nuevas tecnologías", explica sor María Jesús.

El 31 de mayo del año pasado, "Sor Internet"recogió de manos del presidente regional, José María Barreda, la Placa del Reconocimiento al Mérito Regional por su labor de "catalogación de documentos y libros de la biblioteca conventual, la introducción de tecnologías en un ambiente tradicional y la contribución a su difusión por la red".

María Jesús Galán afirma: "Es triste lo que ha pasado, pero estoy tranquila y si Dios quiere, saldré adelante. Entré muy joven en el monasterio", en el que ha estado 35 años, "y ha sido mi vida", afirma.

Tras su expulsión del convento, sor María Jesús dice que quizás ahora sí podrá cumplir sueño.: "¿Te das cuenta que podré ir a Londres y a Nueva York? Siempre he pensado que si deseas algo mucho, al final Dios te lo concede", señala en sus declaraciones.

"Es tiempo de empezar una nueva vida. Estoy tranquila y en paz. No quiero hacer daño a nadie. No merece la pena. Además, ha sido bonito reencontrarme con los amigos de la infancia y juventud. Con canas, algunas teñidas", relata.

"También con achaques, pero con la misma alegría de siempre. En Facebook tengo puesto que nací feliz, vivo feliz y moriré feliz. Pase lo que pase, la felicidad no nos la pueden quitar, aunque a veces llore el corazón", concluye.