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De la Iglesia un brujo

El cineasta presenta nueva película y, ante los recortes, cree que es la industria quien debe buscar financiación

Casas, De la Iglesia y Siva, ayer, en Madrid
Casas, De la Iglesia y Siva, ayer, en Madridlarazon

Álex de la Iglesia vuelve por sus fueros. Su próxima película será una «comedia loca» al más puro estilo de «El día de la bestia», después de la irregular «La chispa de la vida». Si en esta última José Mota estaba anclado (literalmente) a una barra de hierro, «Las brujas de Zugarramurdi» promete ser una huída hiperbólica al más puro estilo De la Iglesia. «Hay cosas que no habéis visto nunca», advertía ayer, unos días antes de comenzar el rodaje. La película llegará a las salas el próximo mayo.

 La historia tiene un objetivo: «reírme de mí mismo a través de unos personajes que sólo son unos pequeños diablos enfrentados a un destino terrible: sobrevivir en el mundo actual».
«Estamos en una situación complicada, para el cine, para la cultura y para el país entero. Es el momento de trabajar y hacerlo lo mejor posible, porque es un privilegio. Hay muchos compañeros que no pueden levantar una película», explicaba el ex presidente de la Academia de Cine. Sobre los recortes que llegan al sector, De la Iglesia no tiene una opinión corporativista ni echa las culpas al Gobierno. «Tenemos que encontrar nuevos modelos de financiación y debemos hacerlo nosotros», señaló, eso sí, «preocupado porque el futuro no se ve claro. Hay que ser más imaginativos». Aunque en su caso no haya sido por imaginación, sino gracias a Enrique Cerezo, que se estrena como su productor. Más novedades: en el reparto, clásicos como Carmen Maura, Terele Pávez y Carolina Bang; y nuevos, como Mario Casas y Hugo Silva, dos perdedores que empiezan la película atracando un establecimiento de «Compro Oro» en la Puerta del Sol. «Grabaremos allí, si Dios o el Diablo quieren –dijo–. Nos vamos a jugar la vida». Todos temen por su integridad física porque Casas y Silva emprenden la huída con 25.000 anillos de compromiso que han sido empeñados dentro de un saco. «Imaginad cuánto mal karma y cuántos fracasos caben en esa bolsa». Puro Álex de la Iglesia.

¿Galanes? «Desgraciados»
«Es un truco de director –reconoce De la Iglesia–. Ver a dos actores que hacen tradicionalmente de galanes convertidos en desgraciados. Tienen problemas para comunicarse», resume el director, que describe a sus protagonistas como «un poco violentos, porque tienen graves problemas para comunicarse. Hugo me dijo que se identificaba con el personaje», bromea. «Os prometo que nunca les habéis visto así. No puedo contar mucho». De momento, ayer Casas apareció con trasquilones en las cejas y con el pelo cortado a lo «quinqui». «Es que es un personaje que ha ido demasiado al gimnasio y le han dado unos cuantos golpes... pero es puro de corazón».