Salónica
«Para nosotros España es Suiza»
Españoles emigrantes en Grecia vuelven a casa para refugiarse de la crisis
Todo depende del lugar desde donde se mira. España puede parecer un desastre, un país en que la gente se ha quedado sin oportunidades y donde el paro es una realidad o una amenaza constante. «Pues para mí, España es como Suiza», dice a este periódico José María, que ya ha recogido su restaurante, ha metido las cosas en contenedores y se ha venido a Suiza, es decir, a España, a un país rico visto desde Grecia. Ha sufrido la crisis como un emigrante, que debe de volver a hacer las maletas y regresar a casa, más pobre de cuando se marchó. Y por increíble que parezca a quien está viviendo la crisis en España, es optimista ante lo que se ha encontrado aquí. Quizá por desconocimiento, quizá, dice él, por comparación. «Cuando estás fuera positivizas. A lo mejor si hubiese estado en Noruega, lo estaría viendo de otra forma». José María es un emprendedor, que se fue en 2001, puso un restaurante español en 2009, cuando mejor estaba la economía, es decir cuando mejor parecía que estaba la economía, y ahora se tiene que volver, para vivir algún tiempo en casa de sus padres. No es el único caso. Otros españoles se marcharon destinados por sus empresas, buscaron el colegio para sus niños allí, cambiaron de vida a cambio de un mejor sueldo y a los pocos meses, la empresa les dijo que cerraba el proyecto, que no había nada que hacer en Grecia y que, por tanto, se iban a la calle. Les han pagado el colegio de los niños y la casa durante este año escolar y ahora han vuelto a España, a sufrir la crisis, pero al menos, en el idioma materno.«Esto no es el paraíso del comercio pero os puedo asegurar que la situación en España es bastante mejor, al menos tenemos turistas», cuenta José María en su blog, http://viajargrecia.blogspot.com. Estaba loco por volver, por deshacerse de las cosas del restaurante que ha guardado en el almacén de un amigo y empezar una nueva vida, lejos del caos que ha vivido en Grecia durante estos últimos meses. Frente a lo que piensa una gran mayoría de ciudadanos españoles, José María confía en España y en su economía, al menos de momento.Llegó a Grecia en 2001, cuando era un país al menos 20% más barato que aquí, se casó con una mujer griega y se instaló en Salónica, buscando oportunidades de ganarse la vida. Eran mejores tiempos en Grecia y también mejores en España, claro. Pero en cuando quiso montar un negocio se encontró con las dificultades de un estado donde el caos se convirtió en una forma de vida. Aparentemente, casi todo el mundo vivía a gusto así. José María se tuvo que acostumbrar al papeleo, a ir y venir de un sitio a otro para lograr un permiso. A mucho trabajo para poco resultado. No quedaba otra opción. No había recibos para nada «ahora te lo dan incluso cuando te compras un chicle». Las carreteras están mal, no hay zonas verdes y la sensación es de que todos roban. Los sueldos bajan y las productos no hacen más que subir. Los «sobrecitos» para conseguir algo, en cambio, funcionaban perfectamente. «Los griegos sobreviven o buscan trabajo y el resto, el que ha conseguido un alto nivel de vida estos años, intenta buscar la manera de seguir ocultando a Hacienda sus bienes e ingresos», escribe desde Grecia Virginia.«Además, la organización del Estado era nula, por ejemplo: ha sido este año, 2011 (!!!!) cuando se ha llevado a cabo el recuento de funcionarios, es decir, este Estado no sabía cuántos sueldos pagaba. España parece el paraíso», continúa Virginia en su e-mail. –«¿Y qué le dicen sus familiares desde España»? –«Me dicen: ‘‘Si la cosa empeora, ¡veniros! Algo os encontraremos que podáis hacer''», sigue Virginia, que se fue a Grecia por amor y aún continúa ahí. Está en paro y vive de lo que gana su marido. Aún es feliz.«Pero no dudaría ni un instante en volver si nuestra situación económica empeorara hasta el punto de no tener ingresos y no poder encontrar trabajo. Afortunadamente, tal vez, no tenemos nada que nos obligue a quedarnos como hipotecas y cosas así».Aunque no son muchos los emigrantes españoles que viven en Grecia, son de los primeros en volver. A diferencia de otros inmigrantes de países con menos recursos, los españoles todavía no son mano de obra barata. Además, se supone que tienen un colchón aquí, su país de origen, que las cosas nunca estarán tan mal como en Grecia. Casi todos los que se fueron al país heleno se ganan, o ganaban, la vida, dando clases de español. No es tan trabajoso dejarlo como un negocio. «Yo me he arruinado con uno», explica José María. Él se ha vuelto sin hipotecas, pero con la sensación de que se le termina una vida y ahora debe comenzar otra. Con ganar, pero con más años. «Por cierto–escribe en su blog–, estoy buscando trabajo, si alguna empresa necesita un profesional, representante en Grecia para trabajar en España o en Grecia, contactar conmigo».
✕
Accede a tu cuenta para comentar