Míchel-Simeone combate nulo (1-1)

Míchel y Simeone, en teoría, aparentan ser muy distintos en sus gustos futbolísticos. El entrenador del Sevilla, ex jugador de perfecta técnica y calidad consumada, aboga por el toque, por que sus jugadores salgan con la pelota controlada y tengan paciencia para elaborar el juego. Al técnico del Atlético le gusta ser más directo, no le interesa la pelota y obliga a sus futbolistas a un esfuerzo físico tremendo para juntar líneas y no dejarse sorprender. Por eso el partido que nos depararon sus equipos en el Pizjuán no alteró el guión previsto. Los dos se zafaron, pelearon por el triunfo y buscaron, con unas virtudes parecidas, imponer su ley. Al final, el combate fue nulo y el resultado les vale de poco.
A Simeone le faltaba su columna vertebral –Godín, Diego y Falcao–, por lo que la alineación del Atlético estuvo cosida con alfileres. Salvio hizo el papel del colombiano y lo hizo bien. Porque marcó de cabeza en un perfecto centro de Gabi y porque fue el más incisivo de los rojiblancos, ya que Adrián estuvo ausente, participó poco y leyó mal el partido. El asturiano no se encontró cómodo como referencia ofensiva y cuando cayó a los costados estuvo muy cerrado y sin espacios para desplegar su velocidad.
Dos delanteros y ocho jugadores, por detrás, trabajando la presión, la manera de impedir el despliegue del Sevilla, que fue de menos a más y que en la segunda parte obligó a trabajar más a Courtois que los rojiblancos a un Palop que demostró experiencia y veteranía cuando Salvio le puso a prueba. Sin embargo, el equipo de Míchel, y el técnico lo sabe, deja jugar en el centro del campo, no presiona en exceso –salvo Medel– y permite que el rival –aunque ayer el Atlético no aprovechó esos espacios– toque y se despliegue con soltura.
Míchel probó con Baba como sustituto de Negredo y le salió bien. Marcó el tanto del empate, tuvo ocasiones y acabó fundido. Se entendió bien con Jesús Navas, la perla sevillista, que fue un estilete y un problema para Filipe Luis en el segundo tiempo, cuando el equipo cargó el juego por la derecha. De un centro suyo llegó la igualada, un gol anulado y las acciones de más trabajo para Courtois. Reyes puso empeño, voluntad y destellos. Tiró un par de caños, amagó un taconazo y lanzó una falta con picardía que Courtois, bien de reflejos, despejó apuradamente.
No fue un Sevilla exquisito como tampoco lo fue el Atlético. Koke se perdió tras el descanso, Gabi acusó el trabajo, mientras que Mario y Tiago ayudaron más en defensa que en la elaboración. Los de atrás cumplieron, con Miranda de jefe y con Juanfran proyectándose en ataque. El equipo de Simeone –cinco partidos sin ganar– estuvo torpe en la jugada del empate sevillista porque perdió el balón en ataque y propició la contra de Navas. De ahí que el «Cholo» se fuera satisfecho con el punto. Fue un combate nulo entre dos aspirantes a jugar en Europa, que ofrecieron su versión más ruda. La de más pelea que juego.

- Ficha técnica:
1 - Sevilla FC: Palop; Coke, Spahic (Fazio, m.57), Escudé, Fernando Navarro; Jesús Navas, Medel, Rakitic (Trochowski, m.57), Reyes; Kanouté y Babá (Manu del Moral, m.73).
1 - At. Madrid: Courtois; Juanfra (Perea, m.90), Miranda, Domínguez, Filipe Luis; Mario Suárez, Tiago (Pizzi, m.81); Salvio, Gabi, Koke; y Adrián.
Goles: 0-1, M.09: Salvio. 1-1, M.53: Babá.
Árbitros: Alfonso Álvarez Izquierdo (Comité Catalán). Amonestó a los visitantes Filipe Luis (m.12), Tiago (m.34), Salvio (m.44) y Juanfra (m.52) y a los locales Medel (m.21) y Fernando Navarro (m.44).
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima sexta jornada de Primera división disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante cerca de 45.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.