Quito

Golpe en Ecuador contra Correa

El presidente de Ecuador se reunió anoche en el hospital sitiado con una delegación de los uniformados rebeldes, que no llegó a ningún acuerdo. Correa dijo que no negociaría mientras permaneciese «secuestrado». Finalmnete el Ejercito rompió el cerco y, entre disparos, rescató al presidente.

Rafael Correa, con máscra de gas, es evacuado en silla de ruedas del hospital por efectivos del ejército
Rafael Correa, con máscra de gas, es evacuado en silla de ruedas del hospital por efectivos del ejércitolarazon

MADRID- Entre saqueos y asaltos por todo el país ante la ausencia de autoridad, centenares de policías cercaron ayer al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en el Hospital Policial de Quito y tomaron la sede de la Asamblea Nacional en una revuelta para protestar por la reducción de sus beneficios salariales a la que se sumaron 150 militares que mantuvieron cerrado durante horas el aeropuerto internacional de la capital.

Correa resultó herido tras acudir a la sede del Regimiento V de la Policía, el más importante de Quito, para tratar de sofocar la revuelta policial. Según confirmaron varios testigos a LA RAZÓN, Correa se mantuvo firme en su empeño de aplicar una ley que rebaja las bonificaciones a policías y militares por cumplimiento de años trabajados, tras lo que fue atacado por varios agentes con gases lacrimógenos y zarandeado hasta resultar herido en la rodilla derecha, en la que fue operado recientemente y en la que se le implantó una prótesis.
«¡Si me quieren matar, que me maten, pero no voy a retroceder!», respondió el mandatario mientras se desabrochaba la corbata para mostrar a los agentes que no llevaba chaleco antibalas.

Correa fue trasladado de urgencia al hospital, donde fue cercado por fuerzas policiales. Desde allí, el mandatario ecuatoriano –aliado del caudillo venezolano, Hugo Chávez– denunció un «intento de golpe de Estado» por parte de la oposición, y precisó que la sublevación de los policías y los militares es «una conspiración que se ha venido preparando desde hace tiempo».

«Es inadmisible que los llamados a mantener el orden público sean los que lancen bombas lacrimógenas a su presidente», remarcó en sus primeras declaraciones a la Radio Pública. «En el tumulto se me dobló la pierna. Me tuvieron que ingresar al hospital (...). Estoy con un suero y con tratamiento en la pierna y analgésicos», declaró a la Radio Pública. El presidente aprovechó para informar de la situación de «secuestro» en la que se encontraba al cierre de esta edición. «Me dicen que [los policías] han cercado los alrededores», anunció.

Asimismo, Correa hizo un «llamamiento a la calma» a los ciudadanos y aseguró que está dispuesto a perder su vida, porque después de él «vendrán miles de Correas más y de revolucionarios».

A última hora de la tarde, una representación de los policías sublevados se entrevistó con el presidente en una de las habitaciones del hospital, según informó la agencia oficial ANDES.

Al cierre de esta edición, el ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Miguel Carvajal, informó de que la revuelta de los uniformados se ha cobrado la vida de una persona y hubo varios heridos.

El jefe del Ejército, el general Ernesto González, mostró pleno apoyo de las Fuerzas Armadas al presidente, y pese a que en un principio no hubo presencia de militares en las calles en defensa, a primera hora de esta madrugada, tropas del Ejercito asaltaronel cerco policial en torno al hospital, y entre disparon, rescataron al presidente Correa. Antes de esto, en el país, de Quito a Guayaquil, reinaba el caos y el desconcierto pese a que se ha declaró el estado de excepción durante una semana.

Según informaro fuentes diplomáticas ecuatorianas a este diario, el Ejército se encuentraba «bajo el control absoluto del Gobierno» y el presidente hizo un llamamiento a sus partidarios a tomar las calles «ante la posibilidad de que la oposición [en referencia al ex presidente Lucio Gutiérrez] aprovechase la situación para dar un golpe». Simpatizantes de Correa se congregaron ante el Palacio Presidencial y mantuvieron enfrentamioentos con los policías sublevados.


Chávez: «¡Alerta los bolivarianos!»
El presidente Rafael Correa agradeció el apoyo internacional expresado por sus homólogos de Chile, Sebastián Piñera, y Venezuela, Hugo Chávez, y de organizaciones internacionales como la OEA, el grupo de Río y Unasur. Por su parte, Chávez a través de su Twitter señaló que «están tratando de tumbar al presidente Correa. ¡Alerta los pueblos de la Alianza Bolivariana! ¡Alerta, los pueblos de Unasur! ¡Viva Correa!». El Gobierno español también condenó el intento de golpe de Estado en Ecuador.