Literatura
La corteza por María José Navarro
Acaba de dimitir un señor que era el presidente de los españoles que viven fuera de España y que llevaba dos días en el cargo. Este buen señor se llama José Manuel Castelao y tiene un disgusto grandísimo después de que en una reunión se le escapase una frase que es dificilísimo que se te escape. «Las leyes son como las mujeres: están para violarlas». Insisto en que el señor Castelao tiene mucho mérito porque es prácticamente imposible que a alguien se le deslice un comentario así, por las buenas. Parece pensado, poco improvisado, la verdad. No es lo típico que te sale, tiene su elaboración y su pensadita previa. Castelao ha renunciado a la Presidencia del Consejo General de la Ciudadanía en el Exterior y ha añadido en su defensa que sus palabras no tienen el sentido que hemos querido darle todos los demás, sumando a su favor que siempre ha trabajado con mujeres y que jamás ha tenido problemas. Me gusta mucho este argumento. Le agradezco a Castelao que jamás haya tenido problemas con ninguna mujer a su cargo. Esto no es fácil, valoremos su esfuerzo, oigan. Ha salido la oposición como una hidra a contestarle a este hombre que incluso trata bien a las mujeres en el trabajo y me alucina el resultado. Me alucina que, al margen de la majadería, se haya puesto el acento en la corteza y no en la molla. Si Castelao hubiera dicho sólo «las leyes están para violarlas», Castelao hubiera seguido tan ricamente en su puesto. ¿No es eso tan o más grave que el añadido? ¿No es llamativo que alguien que pide saltarse un paso, un requisito, una ley, ya no llame la atención?
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