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Ginebra

Los vientos están dispersando hacia el océano la amenaza nuclear

La actual situación meteorológica, con vientos hacia el este, está alejando de Japón la amenaza de una nube radiactiva como consecuencia del accidente en la planta nuclear de Fukushima, indicó hoy la Organización Mundial de la Meteorología (OMM).

"En el momento actual no hay implicaciones en tierra para Japón u otros países. Por ahora todas las implicaciones meteorológicas son hacia el mar abierto. El viento está dispersando las partículas radiactivas hacia el océano", señaló una portavoz del organismo en conferencia de prensa.

No obstante, indicó que las condiciones de los vientos son muy cambiantes y que "la situación puede fluctuar en los próximos días".

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró hoy que no existe riesgo para la salud como consecuencia de la crisis nuclear en Japón ya que el gobierno nipón ha tomado las medidas correctas de evacuación.

"Si estás expuesto a la radiactividad habría riesgo, pero con las medidas de evacuación que ha adoptado el gobierno japonés, la población no está expuesta", aseguró la doctora María Neira, responsable de Salud Pública y Medioambiente de la OMS.

Neira señaló que las recomendaciones sanitarias para estos casos hablan de evacuar en un radio de cinco kilómetros, por lo que la decisión del gobierno japonés de ampliar la zona de evacuación hasta los veinte kilómetros en torno a la planta nuclear de Fukushima "es una medida de precaución adicional".

En un documento elaborado acerca de la actual crisis nuclear en Japón tras el devastador terremoto del 11 de marzo, la OMS afirma que "en caso de accidente en una planta nuclear son los "equipos de rescate, los que primeros responden a la emergencia y los trabajadores de la planta los más expuestos a dosis de radiación capaces de causar efectos en la salud".

Las OMS indica que la exposición a la radiación puede incrementar el riesgo de contraer cáncer, especialmente de tiroides.

Por ello, recomienda que las personas expuestas a la radiación ingieran píldoras de yoduro de potasio en un corto lapso después de la exposición, una medida que ya han adoptado las autoridades japonesas entre la población más cercana a la central de Fukushima.