Pekín

El secreto mejor guardado

«La Isla de las Maravillas» se titula el evento con el que arrancarán los Juegos. El hashtag «#salva la sorpresa», clave del acto

El secreto mejor guardado
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LONDRES- Ni los planes de Churchill durante la Segunda Guerra Mundial, ni las maquetas de los Beatles ni las recetas de las tartas del mítico Bettys, donde las familias británicas hacen cola desde las seis de la mañana para tomar su famoso té con «scones». El Reino Unido no había tenido nunca un secreto mejor guardado como el de la ceremonia que marcará la apertura de los Juegos.

La expectación es máxima y la lealtad que han demostrado las más de 100.000 personas que han asistido a los ensayos no tiene precedentes. En la era de las tecnologías y las redes sociales todo el mundo ha seguido religiosamente el mandamiento de «#salva la sorpresa» impuesto por Danny Boyle. El oscarizado director de cine es el responsable de un montaje que ha costado 27 millones de libras, menos de la mitad de lo que costó la ceremonia de Pekín.
 Antes de cada prueba, una voz pedía a los asistentes que se convirtieran en cómplices, de igual manera que cada noche hace uno de los actores de «La ratonera», la obra de teatro de Agatha Christie que desde 1952 se interpreta en el West End londinense.

La Prensa británica, amante de reventar historias, ha respetado las normas para no desvelar prácticamente detalle. Algunas de las 62.000 personas que tendrán el privilegio de poder ver el resultado han pagado hasta 2.012 libras por la entrada al estadio.

Convencer ayer a alguien para que dejara escapar algún pormenor era imposible, pero LA RAZÓN logró descifrar alguna que otra escena tras hablar con uno de los invitados con la firme promesa de no revelar jamás su identidad. «Sólo te diré que es impresionante. Realmente es increíble ver la coordinación de tanta gente en el escenario. Lo mejor es su naturalidad. Nada que ver con la rigidez de Pekín. Es impactante. Nunca había visto nada igual. Increíble de verdad», aseguraba esta fuente.

La «Isla de las Maravillas» –título de la ceremonia– acogerá durante tres horas a 10.000 artistas, 70 ovejas, 12 caballos, 10 pollos, 3 vacas, 2 cabras y algún que otro perro y ganso. Los anillos olímpicos de fuego tras una cascada de llamas; decenas de enfermeras de hospital de Great Ormond empujarán las camas en las que niños bailarán al son de la música antes de ser atacados por Voldemort, el malo de la saga de Harry Potter. Luego 30 Mary Poppins caídas del cielo con su paraguas llegarán a rescatarlos. «Empieza con la campiña inglesa y luego son los propios artistas los que transforman completamente el escenario en una zona industrial», comenta la fuente. Hay un árbol que aparece y desaparece y ayer todo el mundo se preguntaba si sería allí donde estaría escondida la antorcha. El cómo, dónde, cuándo y sobre todo quién encenderá el pebetero es el secreto mejor guardado, ya que ni tan siquiera en los ensayos se ha visto rastro del protagonista.

 Los rumores apuntan a David Beckham, quien podría disparar un balón en llamas como colofón final. Y no extrañaría nada, ya que de alguna manera se quiere recompensar al futbolista.
Aunque la puesta en escena comenzará a las 21:00 hora local, habrá un acto previo a las 20:12 para hacer coincidir los minutos con Londres 2012. Durante la ceremonia, la música tendrá un papel protagonista y Sir Paul McCartney interpretará «Hey Jude». Todas las campanas de Reino Unido, empezando por el Big Ben, sonarán durante tres minutos a las 8:12 de la mañana para hacer saber al mundo que el día ha llegado. El legendario reloj no hacía una cosa igual desde el funeral de Jorge VI, hace seis décadas.

 

Asientos sin visibilidad en el Centro Acuático
La organización admitió ayer que deberá reembolsar 4.800 entradas para el salto de trampolín, ya que el diseño del Centro Acuático impide la visibilidad desde algunos asientos. Esta prueba es especialmente importante para los británicos, ya que Tom Daley es uno de los candidatos al oro. El comité organizador prometió ayer devolver el importe de la entrada –entre 30 y 50 euros– a aquellos asientos con visión limitada.
 

 

 El perfil
El cineasta Danny Boyle, el responsable de la ceremonia inaugural, es uno de los hombres mimados en la cultura de Reino Unido. Con «Trainspotting» se convirtió en un director de culto después de fracasar con su primera película, «Shallow Grave», y de dar el salto al cine procedente del teatro. Con «The Beach», una superproducción, se estrelló, así que volvió a grabar una historia de la calle, «Slumdog Millionaire». Su última película, «127 horas», le consagró. A la espera de la ceremonia inaugural, es el primer protagonista de los Juegos.