Lilas azules

Veo todo azul. En el jardín ya no hay rosas que pinchan al cogerlas. Sólo hay lilas. Lilas de color azul. Muchas lilas pero también mucho lila.
En este repaso onírico las mascotas vuelan. Ya nadie sale a pasear el perro. ¡Qué ordinariez! Ahora las mascotas más populares tienen plumas.
No, ya nadie pasea el perro, salen todos a volar con la gaviota. Todo se ve de otra manera. Desde otra perspectiva. Y es que hay más felicidad. ¡Crisis? ¿Qué es eso?
Se acabó la crisis. La economía está por los aires; con las gaviotas. Incluso la prima que tenía con riesgo ha crecido. Ha sentado la cabeza.
Se ha convertido en una gran empresaria y además beata, que reza todos los días por nosotros. Amén.
Son sensaciones percibidas. Percepciones ¿quizás? algo subjetivas. Porque los atardeceres ya no son rojizos. Ahora el cielo siempre es azul. ¿Qué estoy viendo?
¡No me lo puedo creer! Ricos y pobres todos juntos. ¡Ah, claro! qué iluso: «¿No sabes que los ricos necesitan a los pobres para poder disfrutar de su riqueza?», me dicta al oído mi otro yo.
Es la vida misma, que es muy poco imaginativa y se repite siempre. Son ciclos. Es lo que tienen los sueños. ¿O acaso es realidad lo que está sucediendo?. No sé. Dudo. Y si dudo quiere decir que también existo.
Estoy seguro de todo mejorará en e futuro, sí. Convencido estoy. Pero también de que lo hará en detrimento nuestro. Y somos, al menos más de dos, los que pensamos de esta forma.