Huelva
Más del 20% de las mujeres sufre incontinencia
La obesidad, los partos, el déficit de estrógenos, la edad o el deterioro cognitivo son factores que predisponen hacia esta patología
La incontinencia urinaria (IU) es la pérdida involuntaria de orina. Se trata de un problema que se puede manifestar en diferentes circunstancias y con varios niveles de severidad. Principalmente afecta a mujeres aunque, a medida que se avanza en edad, comienza a presentarse con frecuencia más similar en ambos sexos; así, entre los 60 y 79 años afecta al 23 por ciento de las mujeres y al 19 por ciento de los varones.
Aunque es un problema que no altera el pronóstico vital de la persona, tiene un importante componente psicológico asociado al producir trastornos del sueño por las pérdidas de orina nocturnas, tener un efecto negativo en la autoestima y la autonomía, o aumentar el riesgo de aislamiento social o depresión, lo que afecta a la calidad de vida. La obesidad, los partos, el déficit de estrógenos, la edad o el deterioro cognitivo son factores que predisponen hacia esta patología.
Clasificación
Las causas que producen incontinencia urinaria son diversas, dando lugar a distintos tipos. La incontinencia urinaria continua o total es la pérdida constante de orina. Este tipo de incontinencia ocurre en determinadas anomalías anatómicas congénitas o cuando se ha producido una fístula urinaria a consecuencia de un traumatismo o por actuaciones quirúrgicas.
Un segundo tipo es la IU de esfuerzo, en la que se produce una pérdida repentina cuando se hace ejercicio o un esfuerzo como estornudar, toser o reír. Es el más común en mujeres menores de 60 años y su presentación parece estar ligada a la obesidad, embarazos, partos o tabaquismo.
La incontinencia de urgencia se caracteriza por el escape brusco de orina precedido por un intenso deseo para orinar. Suele estar producido por un aumento en la capacidad de contracción de la musculatura de la vejiga y, aunque en la mayoría de los casos no se encuentra una causa específica, puede relacionarse con enfermedades o lesiones dolencias (esclerosis múltiple, diabetes, párkinson, demencia). Finalmente, existe un tipo, la incontinencia por rebosamiento, que se manifiesta como goteo o pequeñas pérdidas continuas asociadas a un vaciado incompleto de la vejiga y que se debe a una obstrucción mecánica o funcional de la salida de la orina.
En el tratamiento de la IU se incluyen diversas alternativas, a menudo complementarias, que deberán ser establecidas dependiendo del paciente. Entre las recomendaciones destaca limitar la ingesta de líquidos a partir de la merienda, reducir el consumo de tabaco, así como el consumo de sustancias excitantes (alcohol, café, té), evitar la obesidad y usar ropa cómoda. Es necesaria la rehabilitación muscular que mejore la coordinación en la contracción de los músculos del suelo pélvico (ejercicios de Kegel). También hay que modificación de la conducta con ejercicios para controlar las contracciones de los músculos implicados, medida especialmente efectiva en los casos de IU de urgencia.
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