Chicago

«Tea Party»: el peligroso enemigo de Obama

El movimiento ciudadano aspira a 30 puestos. Sus candidatos acorralan a los demócratas en batallas clave

Barack Obama, junto al goberndor de Illinois, Pat Quinn (dereccha), y al candidato demócrata al Senado, Alexi Giannoulias, saludan a la cocinera de una cafeteria en un alto para desayunar en Chicago
Barack Obama, junto al goberndor de Illinois, Pat Quinn (dereccha), y al candidato demócrata al Senado, Alexi Giannoulias, saludan a la cocinera de una cafeteria en un alto para desayunar en Chicagolarazon

Miami- Uno de los argumentos que utilizan los demócratas para atacar al «Tea Party» es que son políticos sin experiencia, en su mayoría amas de casa. Pero en Florida, los partidarios del movimiento del Tax Enough Already (Ya hay Suficientes Impuestos) alardean de que Marco Rubio, candidato al Senado, lleva más años en política que el actual presidente. Lo cierto es que, sin estar tan sobreexpuestos en los medios de comunicación, el «Tea Party» también tiene políticos de peso luchando en distintas batallas –esperan obtener 30 electos– y con grandes muestras de apoyo en las encuestas previas a las elecciones de mañana, a las que los demócratas se presentan con una desventaja global de 10 puntos respecto a los republicanos.

Sin ir más lejos, Tim Scott, el «Obama republicano» y candidato al Congreso por Carolina del Sur, puede hacer historia. Sería el primer republicano negro que lo lograse. Las encuestas le dan una ventaja abismal frente al demócrata Ben Frasier. Cuando a Scott le preguntan si Obama le ha abierto puertas, responde que desde que le eligieron en el 95 siempre ha tenido el apoyo de los electores. «La gente vota por los temas y principios que defiende el candidato», dijo el sábado por la noche en una entrevista.

En 2008 fue elegido para entrar en la Cámara de Representantes de Carolina del Sur, una vez más haciendo historia entre los conservadores. Scott tiene el apoyo oficial de los miembros del «Tea Party». Sarah Palin lo dijo públicamente en junio, recordó sus humildes orígenes y «cómo aprendió a apreciar el valor del trabajo duro y la oportunidad americana». Scott, durante sus quince años de servicio público, no ha votado nunca una subida de impuestos. Quizá por eso tiene al 70% de sus electores convencido de qué casilla deben rellenar el martes.

Sean Bielat, empresario y marine, es candidato al Congreso por Massachussets. Decidió presentarse, a principios de 2010, porque «estaba muy decepcionado con Washington y con los arquitectos del desastre económico». Diez meses después, es la primera vez que el candidato demócrata, Barney Frank, puede perder su asiento en el Congreso. El conservador es el rival que Frank no ha tenido desde los años 80. Bielat ha compaginado carreras universitarias, trabajos de consultoría, cargos de responsabilidad en empresas tecnológicas y armamentísticas con su servicio en los marines: «Como hombre de negocios, creo que hay que centrarse en el crecimiento económico y en la responsabilidad fiscal. Como marine, creo en la paz a través de la fuerza. Como americano, creo en la vuelta a los valores de la Constitución y a los ciudadanos legisladores».


Militar y político
El teniente coronel Allen West, ya retirado, ha visto de todo en las guerras en las que ha servido. Por eso reconoce que tiene un punto de vista diferente. «No creo en las víctimas ni en depender del Estado», dijo ayer en la cadena Fox. Sus padres le educaron bajo dos sencillas premisas: «El amor a Dios y al país». Tras participar en misiones en Irak y entrenar a oficiales afganos, West opina que para «que nuestros hijos vivan sus sueños necesitan estar seguros».

Con decenas de condecoraciones y medallas al servicio y al valor, West se presenta al Congreso por Florida, donde se fue a vivir tras retirarse. Pese a que sus oponentes critican su militarismo, en su currículo West tiene también una carrera universitaria, un master en políticas y otro en ciencias militares. «Con una buena educación, cualquier niño puede lograr su sueño», asegura. A West estas elecciones le parecen las más importantes de la historia, las del verdadero cambio. Si logra la mayoría, se dedicará a «restablecer la dignidad, la integridad y el honor en Washington».


Candidatos en contacto con la calle
Tienen perfil en Flickr, en Facebook o en cualquier red social a través de la que puedan comunicarse con sus conciudadanos, que también son sus votantes. Pero su contacto con ellos es mucho más cálido y directo que el de los políticos «clásicos», que sólo ven en internet otro medio de captar votos. Para Bielat, West o Scott, sus votantes no son meros números para obtener un escaño. «Votan por los principios que defendemos», explicó Tim Scott esta semana. En sus perfiles, cargados de fotografías, queda claro que el contacto con la calle no les es ajeno. Es fundamental en su forma de hacer política. Algo de lo que en Washington ya no se acuerdan.