Congreso Extraordinario del PSOE
Zapatero subraya la «cercanía» con Rubalcaba tras discrepar con la reforma
Descarta un impuesto para ricos esta legislatura y el Gobierno dice que lo estudia
Después de muchas discrepancias en el seno del PSOE y del Ejecutivo, de apoyos que van y vienen y de contradicciones, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, trató ayer de disipar cualquier duda al apuntar que tiene más «cercanía que nunca» con el candidato a las elecciones del 20-N, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras el proceso de reforma de la Constitución que, reconoció, ha sido «muy perentoria». El «abrazo» a su sucesor al frente de los socialistas se produce dos días después de que éste afeara al presidente el modo en el que decidió hacer la reforma de la Carta Magna. «Yo no lo hubiera hecho así», espetó Rubalcaba a Zapatero, frase que muchos interpretaron como un reproche y un establecimiento de cierta distancia con el proceder del jefe del Ejecutivo.
Zapatero, que ayer compareció junto al primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, también trató de quitar hierro a este asunto apuntando que en el seno del partido ha habido una casi unánime comprensión y respaldo a la reforma, lo que agradeció mientras aplaudía la labor de Rubalcaba y su «cercanía» en la actualidad. Y aprovechó para destacar que la reforma constitucional «está dando» y «va a dar resultados positivos para la confianza, la estabilidad y el futuro de la credibilidad de España», haciendo hincapié en que «tiene un amplio respaldo», ya que cuenta con el consenso de «los dos grandes partidos».
Esa cercanía de la que habla el presidente con el candidato se disipa a la hora de tratar los temas que uno usa dentro de su campaña para el 20-N y otro aplica en su quehacer como presidente. Es el caso de la tan polémica subida de impuestos para las rentas más altas. Rubalcaba ya aseguró hace unos días que, si ganaba las elecciones generales, no dudaría en instaurar un nuevo gravamen para ricos, algo que confirmó después José Blanco como parte del futuro programa electoral del PSOE. Ayer, el propio presidente del Gobierno, contradijo al candidato al asegurar, tajante, que «no está previsto» en lo que queda de legislatura. Según Zapatero, ni se incrementará la presión fiscal a las rentas más altas ni se recuperará el impuesto para los grandes patrimonios, descartando así que el Consejo de Ministros de mañana apruebe cambios fiscales para los que más tienen. Eso sí, después de la comparecencia en la que respondió a esta pregunta, se acercó al periodista que se la formuló y le dio a entender que su afirmación no significa que no vaya a llevarse a cabo, informa Ep.
Más contradicciones
Acabada la declaración del presidente, fuentes del Gobierno se apresuraron a precisar que el hecho de que no esté previsto no quiere decir que no se vaya a hacer y señalaron que el Gobierno sigue estudiando la posibilidad de aumentar el gravamen para las rentas más altas. Estas mismas fuentes señalaron que se trataría, en cualquier caso, más de un guiño o un gesto que de una medida con una repercusión efectiva inmediata, ya que, si se acordara ahora, se aplicaría a la renta de 2012, que no se liquida hasta mayo de 2013. Lo que parece indicar que el Gobierno no quiere promover ninguna medida polémica antes de unas elecciones generales que no le son nada favorables.
Los «manirrotos» y los «fanáticos»
El candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, no dudó ayer en situar a los socialdemócratas a medio camino «entre los manirrotos que apuestan por el déficit ilimitado y los fanáticos del déficit cero», defendiendo de esta forma la reforma para incluir en la Constitución el principio de equilibrio presupuestario, informa Servimedia. Ante un grupo de universitarios, el candidato defendió que ahorrar «no es de derechas o izquierdas», y lo que determina esa posición es «cómo gastas el dinero, si subes o no impuestos a los que pueden hacer mayor esfuerzo y si mantienes los servicios básicos y públicos de calidad».
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