Londres

6000 euros por un balcón cerca de Dueñas por Jesús Mariñas

Quedan 48 horas para que Doña Cayetana y Alfonso se casen
Quedan 48 horas para que Doña Cayetana y Alfonso se casenlarazon

La ocasión la pintan calva. Buenos son los vecinos del Palacio de Dueñas –una herencia dejada a Cayetana por su abuela materna, que reconvirtió en su vivienda preferida allí donde madura el limonero– para sacar tajada. La plaza que da acceso al recinto casi morisco de 10.000 metros servirá de antesala al bodón nada fastuoso, donde la ampulosidad queda señalada por los sentimientos que han luchado contra viento, marea, rumores y la oposición de una descendencia que no creía en el desprendimiento de Alfonso Díez. El tiempo le dio la razón y hasta el Rey apoya el trascendental paso que algunos atisbarán desde terrazas próximas o áticos en alquiler ocasional. Se han puesto por las nubes, y alguna cadena televisiva pagará hasta 6.000 euros por ocuparlas durante la mañana del miércoles, aunque las circunstancias del lugar y el hecho de que los treinta invitados lleguen en coche –menos los hijos, pernoctadores en la residencia ducal– restará brillantez a la ya considerada con justicia boda de la década.

El Ayuntamiento bético procurará poner orden. Bien se lo anticipó ayer al alcalde popular, que acudió al almuerzo justificador donde Cayetana se disculpó «por la falta de espacio». De ahí que no estén nombres como los de Victorio y Lucchino, que han preferido disimular la falta de invitación pretextando un inesperado viaje a Londres «para ver telas». A ver si el traje responde a las expectativas, aunque no suelten prenda, conocedores de que cualquier filtración disgustaría a esta novia que se ha desvivido en preparativos como no tuvo que hacerlo en 1947 cuando se unió a Luis Martínez de Irujo, o en 1973, fecha de su enlace con Jesús Aguirre, al que no deja de añorar. Han sido personalidades contrapuestas. Destacaba sobre todo la aristocrática apostura del primer Duque de la dinastía Montellano. Buenos se pusieron cuando para la boda del primogénito, Carlos, varió los apellidos sobreponiendo el Fitz-James Stuart para que no se perdiera, algo luego imitado por Aliaga y Siruela, mientras Fernando, Eugenia y Cayetano aún ostentan, ufanos, el Martínez de Irujo, conscientes de quienes son.
Carmen Tello lucirá la mantilla al estilo del XIX, con flores a un lado enmarcando su racial cabeza sobre un cuerpo que perdió 11 kilos gracias a la dieta francesa que tan buenos dividendos da a Caritina Goyanes.

Y mientras, algunos intuyen maniobrismo de exclusiva en la etiquetada cena para 110 personas que esta noche ofrecen a Pierre Bergé en la embajada francesa, donde Bruno Delaye puede frenar tales impulsos trincadores. No hay mucha expectación ante la expo antológica que mañana abren como homenaje tardío a un Saint Laurent gran renovador de la Alta Costura. ¡La de conversaciones que mantuve con él gracias a Catherine Chevalier y Gloria Pujol cuando llevaban la comunicación del genio!