Respiro a los chiringuitos

Parece que el Gobierno central, a la vista de cómo le van las cosas -no pueden ir peor- se plantea alguna concesión a los intereses valencianos. En opinión de mi amigo Rogelio, los beneficiados serían los chiringuitos de las playas, para los que el equipo de Rodríguez Zapatero podría aplazar el derribo de los 50 metros cuadrados de sus terrazas. Así salvarían, al menos, una época de especial interés por la afluencia turística.A pesar de ello y reconociendo que mi amigo suele estar bien informado, no echaría las campanas al vuelo, porque es de sobra conocida la animadversión del actual inquilino de la Moncloa hacia nuestra tierra. Si no, hace tiempo que hubiera solventado el asunto transfiriendo esas competencias a la Generalitat a imagen y semejanza de autonomías como Andalucía o Cataluña. Allí, esa clase de emplazamientos se encuentran en la misma arena de la playa.En cualquier caso y ante ese agravio comparativo, sería justo el retraso de la Ley mientras se estudian otras vías, especialmente si se tiene en cuenta el periodo en el que nos encontramos. Mientras tanto, bienvenido sea el ahora posible aplazamiento.Así es la vida.