España
Infraestructuras ensaya un modelo para dar más seguridad a las travesías
Los primeros resultados indican que los conductores rechazan los pasos de peatones sobreelevados.
VALENCIA-En la Comunitat Valenciana 190 kilómetros de la red corresponde a travesías urbanas. Se trata de los puntos más conflictivos de las carreteras, puesto absorben gran cantidad de tráfico rodado, y al mismo tiempo de viandantes. Los pasos de peatones sobreelevados son los sistemas más utilizados, sin embargo no tienen por qué ser ni la única ni la mejor solución.
En Bèlgida, la Conselleria de Infraestructuras ha instalado once elementos diferentes para probar cuál es el más efectivo y el que más satisface a los usuarios. Esta actuación se enmarca dentro de un estudio denominado «Modetra», y en el que además de la Generalitat interviene la Universidad Politécnica de Valencia, entre otras entidades.
Entre los sistemas que se encuentran en fase de prueba hay elementos tan conocidos como los carteles que recuerdan la obligación de reducir la velocidad, los pasos de peatones sobreelevados, los ralentizadores de velocidad o las bandas trasversales de alerta, hasta algunos que nunca se han probado en España, como los dientes de dragón-señales triangulares pintadas en los extremos del carril- o los «chevrones», otra marca vial «impresa» en el suelo similar al símbolo de la marca Citroen, y que los estudios demuestran que produce un efecto óptico que hace reducir la velocidad un seis por ciento.
También se prueban otros elementos poco habituales como la «chicane», que obliga a realizar una curva donde no la hay para que se reduzca la velocidad, o las farolas fusibles, fabricadas en fibra y que en caso de impacto no ofrecen resistencia.
Los resultados obtenidos de las encuestas realizadas a los usuarios revelan que rechazan los pasos de peatones sobreelevados, puesto que los consideran incómodos.
Sin embargo, y aunque la opinión de los conductores cuenta, la UPV está analizando también su efectividad colocando dispositivos rastreadores GPS en los capós del coche, para obtener la trayectoria de los vehículos y un perfil de velocidades. El estudio se completa con vídeos de la circulación, que valora el Laboratorio móvil de Tráfico y la interacción entre concutores y peatones.
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