Distribución
Nochebuena «low cost»
Los precios de los productos más típicos de estas fechas han subido entre un 20 y un 50 por ciento. La crisis ha impuesto nuevas tradiciones en la mesa, donde el redondo ha reemplazado al cordero
A menos de 24 horas de la cena de Nochebuena una avalancha de personas copaban ayer los principales mercados y comercios de la ciudad. Todos buscaban incesantes responder a una cuestión fundamental: ¿qué ponemos de menú? Este año despejar esa incógnita era más complicado que el año pasado, si cabe. Los precios de los productos frescos más típicos de las fiestas navideñas se dispararon de media entre un 20 por ciento y un 50 por ciento, una circunstancia que obligó a agudizar el ingenio a los cocineros de esta noche.
No sólo basta con reunir a la familia en torno a un buen menú. En esta ocasión, además, los madrileños han buscado alternativas más económicas en cadenas de alimentación como Eroski y Mercadona para adquirir los productos de la cesta de la compra navideña. Intocables para muchos se han convertido los tres productos de lujo de estas fiestas; percebes, angulas y besugo (cuyo precio se ha duplicado). La cercanía de las celebraciones ha llenado los estantes de los supermercados de las versiones más baratas de alimentos de lujo que hicieron dudar a más de uno creyendo que eran los productos originales.
La crisis ha impuesto ya nuevas tradiciones en la mesa: muchos eligen la lubina en lugar del besugo; el redondo de ternera ha reemplado al cordero o a la pularda, y las almejas y percebes han dejado su sitio, prioritariamente, a los langostinos.
El escaso interés por el consumo de pescado, contrarrestado por un incremento en el dispendio de marisco –con la gamba cocida y el langostino como productos estrella de las ventas– es otra de las tónicas de la Navidad de 2010 y lo que, a fin de cuentas, logra equilibrar el presupuesto previsto por la mayoría.
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