«Los ojos» otro vistazo a Galdós

¿Y si volver a ver, lo más deseado por alguien, pudiera implicar la desgracia para otra persona? «Los ojos», la obra de Pablo Messiez que estrena esta semana el Teatro Fernán-Gómez, se hace esta pregunta, parecida a la que se planteó el autor irlandés Brian Friel en «Molly Sweeney» y la misma que Benito Pérez-Galdós plasmó en su «Marianela». Claro que esto último tiene su lógica, ya que Messiez se ha inspirado libremente en el relato del autor de los «Episodios nacionales» para escribir y dirigir su nuevo proyecto. Marianela, o más bien Nela en este montaje, se llama la joven que abandona su pueblo para acompañar a una amiga, Natalia, quien parte a la ciudad en busca del hombre al que ama. Paradojas de la vida, Natalia será rechazada pero la menos agraciada Nela encontrará el amor en Pablo, un ciego de nacimiento. Pero todo lo bueno es breve y la promesa de una cura amenazará la frágil estabilidad de Nela y Óscar. «La obra surge de dos circunstancias: la lectura de "Marianela"de Galdós y una separación: la mía», confiesa el director, que apunta un tema clave entre las líneas de esta propuesta: «La obra se pregunta: ¿quién es el otro y hasta dónde nuestro punto de vista le pone límites?». En escena, Fernanda Orazi, Marianela Pensado –una casualidad ha querido que actriz y personaje se llamen igual–, Violeta Pérez y Óscar Velado protagonizan esta producción del Fernán-Gómez, la segunda que dirige en este escenario el director argentino después de «Muda». A pesar de lo melodramático del punto de partida, Messiez aclara que en la obra habrá «humor y lágrimas», ya que «el humor me parece fundamental para la vida tiene que ver con la distancia que buscamos con las cosas». Así, prefiere referirse a la obra como «un melodrama con humor e incluso un melodrama telúrico». Aunque conviene aclarar esto último, puesto que tiene que ver con la puesta en escena, que ha llenado el escenario del Fernán-Gómez de una oscura tierra sobre la que se desenvuelven los actores. «Tiene un sentido real, físico y metafísico en la obra», explica Messiez, ya que se trataba de hablar de la falta, de la ausencia de unos personajes que han dejado atrás sus hogares y buscan a qué aferrarse. En cuanto al relato de Pérez-Galdós, por si hay algún entusiasta del novelista, Messiez aclara: «Tiene una prosa fascinante y sus textos se me quedaron en la cabeza. Pero hemos reescrito casi todo. En escena sólo hay una frase suya, cuando Marianela le pide a la Virgen: "Hazme hermosa o mátame"».