París

Sarkozy aprueba la ley contra el burka pendiente del Congreso

Con su aprobación ayer en el Consejo de Ministros, el proyecto de ley francés que prohíbe el uso público del velo islámico integral ha franqueado el paso más fácil. El texto cuenta con el apoyo del presidente, Nicolas Sarkozy.

Una mujer musulmana porta un burka en París, el día en que el Consejo de Ministros dio otro paso en su prohibición
Una mujer musulmana porta un burka en París, el día en que el Consejo de Ministros dio otro paso en su prohibiciónlarazon

Sin embargo, el trance parlamentario, previsto para primeros de julio, se antoja más penoso a juzgar por las trabas que la oposición socialista piensa interponer hasta su adopción definitiva, previsiblemente, y según espera el Gobierno, en otoño.Ni las reticencias del Consejo de Estado galo en cuanto a una prohibición total –en lugar de parcial–, que considera jurídicamente inviable, ni los posibles problemas de inconstitucionalidad que la ley podría plantear han frenado al presidente francés, Nicolas Sarkozy, que ayer justificó la decisión de su Ejecutivo. «En este asunto, el Gobierno ha tomado, en conciencia, un camino exigente pero justo», dijo el mandatario, que quiere desterrar de la calle el velo integral, por «atentar» contra la dignidad de la mujer y otros «valores esenciales de la República». La futura ley, que comprende siete artículos, prohíbe la «disimulación del rostro en todo espacio público» y su transgresión conllevará una multa de 150 euros y un «cursillo de ciudadanía» para las infractoras, pero es mucho más severa con quienes impongan el uso de esta prenda radical que constituirá un delito castigado con 15.000 euros y hasta un año de cárcel. Aunque las sanciones no entrarán en vigor hasta seis meses después, el tiempo que el Gobierno galo pretende dedicar para hacer pedagogía.«No puede haber otra solución que la prohibición en el espacio público», señaló Sarkozy en referencia a las dudas que el proyecto de ley gubernamental presenta tanto en el Consejo de Estado como entre la oposición socialista. El primero es un órgano consultivo no vinculante que ya ha manifestado objeciones a la ley.