El Gobierno español tarda once horas en celebrar al «Novel» de la Paz

Esta discreción del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, quien el jueves sí felicitó a Mario Vargas Llosa mediante una entusiasta nota oficial, contrasta con la inmediata reacción de los gobiernos de EE UU, Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia, entre otros; así como del Parlamento Europeo, la ONU y la mayoría de las organizaciones internacionales de Derechos Humanos. Ayer, la interpretación más común sobre la posición española se refería a la intención de no dañar las relaciones con el gigante asiático, que se ha convertido en uno de los principales compradores de nuestra deuda soberana. Por fin, sobre las 22:30 llegó el aplauso: «El Gobierno de España felicita a Liu Xiaobo, premio Nobel de la Paz, y se suma a la petición de su liberación», señalaron desde el perfil de La Moncloa en Twitter. Sobre las 00:01, y a través de un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, se felicitó a Liu Xiaobo por el Premio «Novel» de la Paz. Además de la errata, el Gobierno aprovechó para recordar que el pasado 29 de junio, coincidiendo con una cumbre UE-China celebrada en Madrid, España «solicitó específicamente la liberación de Liu Xiaobo y de otros presos políticos». Frente a la enojada reacción de China, que convocó al embajador noruego en Pekín para reprocharle la decisión del jurado, el presidente norteamericano, Barack Obama, reclamó de inmediato al Gobierno comunista la puesta en libertad de Liu Xiaobo, a quien calificó de «portavoz elocuente y valeroso en favor de los valores universales». Obama, discutido Nobel de la Paz en 2009, recordó que cuando aceptó el galardón ya advirtió de que «muchos otros que lo han recibido han sacrificado muchas más cosas que yo. Esta lista incluye ahora al señor Liu, por el sacrificio de su libertad». Por su parte, los gobiernos de Francia y Alemania aplaudieron la concesión del premio a Xiaobo y reivindicadron sin tapujos su liberación. También Italia felicitó a Liu, subrayando que la UE debe defender los derechos humanos «en cualquier parte del mundo». De hecho, y aunque también se tomó su tiempo para hacer declaraciones oficiales, la Alta Representante de la UE, Catherine Ashton, dijo que esperaba que el nuevo premio Nobel de la Paz, pudiera recibir el galardón «en persona». Ashton expresó su convencimiento de que el galardón «inspirará a los defensores de los derechos humanos en todo el mundo».