Hamburgo
De Gea: «No me veo en el Mundial»
«Soy joven y tengo tiempo para ir a la selección», aseguró al conocer la llamada de Del Bosque
David de Gea (7 de noviembre de 1990) sonreía ayer antes del improvisado entrenamiento de su equipo en las instalaciones de la Policía de Hamburgo. Vicente del Bosque lo ha incluido en la primera preselección de 30 jugadores para el Mundial. Una noticia que no esperaba, pero que ya conocía cuando bajó del avión para disputar su primera final europea mañana contra el Fulham. Cuando el Atlético disputó la última, en 1986, quedaban cuatro años para que él naciera. El joven guardameta del Atlético atendió a LA RAZÓN el pasado jueves, cuando aún no se imaginaba que Del Bosque lo tuviera en cuenta tan pronto«Veo difícil jugar el Mundial», reconoce. «Hay porteros muy buenos y con mucho nivel, pero soy joven y todavía me queda mucho tiempo por delante para ir a la selección», afirma. No tiene prisa el guardameta. La paciencia ya la ha demostrado esta temporada. Cuando comenzó el curso, el club no le quería y se gastó seis millones de euros en Sergio Asenjo, un portero de su edad, que llegaba del Valladolid.De Gea había pasado en un verano de ser el portero del futuro, «Van der Gea» –le llamaban así por su parecido con Van der Sar– a ser el tercer portero del filial de Segunda B. Un problema del que había que deshacerse. «Cuando empezó la Liga, no pensaba estar como estoy. No contaba mucho para el equipo, pero no me he venido abajo, he trabajado mucho y gracias a Dios ahora puedo jugar», asegura el jugador que se ha convertido en uno de los nuevos ídolos de la afición como en su día lo fue Fernando Torres.De Gea aguantó y no quiso marcharse cedido a un equipo de Segunda. Primero el Mundial sub-20 se llevó a Asenjo con la selección española. Después, la casualidad quiso que tuviera que sustituir a Roberto en Oporto. Paró un penalti y ya todos empezaron a quererle. «Fue tan rápido que no dio tiempo a pensar nada. Sólo que tenía que aprovechar la oportunidad y hacerlo lo mejor posible», dice de su debut.El cambio de la Segunda B a la Liga de Campeones no le resultó traumático. «Llevo trabajando desde siempre para estar aquí y dentro del campo todo es igual. Es fútbol y no hay nada diferente a cuando jugaba en Segunda B. Es lo mismo, pero con más gente», resume con una tranquilidad impropia de su edad.Ahora afronta la final de la Liga Europa, un torneo en el que nadie creía y que casi por casualidad les ha llevado hasta la lucha por el título. «Para nosotros, joder, era una competición muy bonita. Cuando menos te lo esperas puedes estar en una final», dice. «En Europa hemos salido muy concetrados en todos los partidos, hemos hecho grandes cosas contra equipos muy complicados como el Liverpool, el Valencia o el Sporting. Ahora podemos disfrutar», advierte.Para eso ha llegado hasta Hamburgo. Lo peor ya ha pasado. «Lo pasé muy mal, pero sabía que tenía que luchar y no venirme abajo por si en algún momento había una oportunidad». Mañana mismo.
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